BAQ 2014 |
CATEGORÍA HÁBITAT SOCIAL Y DESRROLLO (CONCURSO MUNDIAL) |
PRIMER PREMIO MUNDIAL |
ECUADOR |
PABLO MOREIRA, NATALIA CORRAL, RUBEN MOREIRA, YADHIRA ALVAREZ, MILTON CHAVEZ |
La Casa Albergue concebida como vivienda temporal para indígenas, inicio sus estudios conceptuales a finales del año 2006, investigaciones sociológica y antropológica de su futuros habitantes, el análisis de las condiciones climáticas de la región: temperatura 28°, humedad del 90% y la lectura del lugar específico: forma del lote, orientación, vientos, accesibilidad, cercanía al río Coca, etc., fueron la base para el diseño de este equipamiento que se encuentra en un entorno semi urbano de la Ciudad Francisco de Orellana – El Coca- en la Amazonía Ecuatoriana.
La fundación Alejandro Labaka y el padre Miguel Ángel Cabodevilla del Vicariato de Aguarico, por su cercanía y amistad con las poblaciones indígenas de Orellana, miraban con preocupación cómo estas quedaban vulnerables en la ciudad, al no contar con un lugar de albergue para sus visitas eventuales a la misma. Los Wuaoranis, Kichwa y Shuar serían los habitantes de esta casa, que al salir de su hogar «la selva» y llegar a la ciudad, se enfrentaban con un lugar hostil e inaccesible, dejando en situación de extremo riesgo para estas persona. En este contexto de conflicto social se va forjando esta iniciativa, que pretende dar vivienda temporal a esa población vulnerable por encontrarse fuera de su entorno habitual.
La Casa Albergue se inauguró en marzo del 2012. En ella la Fundación Alejandro Labaka viene desarrollando además de brindar hospedaje y acogida a las comunidades indígenas de Orellana, una serie de actividades socio culturales y educativas, talleres con jóvenes, una Escuela de Liderazgo para indígenas y campesinos, talleres de cerámica con mujeres, apoyo en tareas educativas a niños, son parte de la oferta de la Casa Albergue, que además está al servicio de otras instituciones brindando un espacio acogedor para la formación y la convivencia intercultural.
En la actualidad la casa albergue tiene capacidad para 40 camas y allí acuden desde jóvenes estudiantes que necesitan vivienda temporal mientras terminan sus estudios, hasta ancianos que deben salir de sus comunidades a hacerse atender por el médico o a hacer trámites en la ciudad.
El proyecto arquitectónico está basado en el diseño pasivo, de tal forma las estrategias bioclimáticas usadas de mayor impacto en el diseño son: protección solar y ventilación cruzada, ambas inciden fundamentalmente en el diseño del espacio.
La forma edilicia, sus proporciones, sus alturas, la forma de sus cubiertas y la presencia del patio central parten de este análisis. El patio, acierta, no solo para generar condiciones climáticas de un alto confort térmico, sino que su presencia, verde, exuberante, espesa, húmeda, amplia; brinda una satisfacción sensorial agradable. Este patio de tal forma, se convertirá en el corazón del proyecto.
Estos criterios de diseño pasivo han evitado completamente los sistemas de climatización eléctricos.
Mediante una plataforma de madera se accede al conjunto, este espacio hace de enlace entre la ciudad y el proyecto, fusionando la recepción con un área de exposiciones eventuales. En la planta baja se desarrolla el ingreso, el comedor, exposiciones, aulas – talleres, vivienda de conserje y baterías sanitarias, mientras que en planta alta se distribuyen las habitaciones y baterías sanitarias. El proyecto conjuga la topografía, las condiciones climáticas, las posibilidades visuales y los requerimientos funcionales, logrando así un dinamismo espacial. Dentro del proyecto se incluyen varios recursos de diseño tolerante con el medio ambiente y el paisaje y el aprovechamiento de las aguas lluvias para la higiene de los baños.