Conce y Gilberto, son una pareja que quería vivir fuera de la Ciudad de México, pero no demasiado lejos. Gilberto está retirado y Conce es ceramista. Cuando empezamos el proyecto ellos enfatizaron 3 cosas importantes que querían que tomáramos en cuenta para el diseño: un studio de cerámica, un huerto y una casa con forma circular.
Al inicio tratamos de convencerlos que no valía la pena definir la forma antes de visitar el programa y entender lo que necesitaban. Nosotros pensábamos que la idea del círculo estaba relacionada solo con una forma, aunque durante el proceso comenzamos a entender que estaba relacionado con su manera de pensar y no con el programa.
Aprendimos a escucharlos y a entender su estilo de vida. Entendimos que el tema circular estaba relacionado con la energía del espacio y que no íbamos a poder convencerlos de hacer la casa de ninguna otra manera. Después de familiarizarnos con sup unto de vista todo empezó a estar en orden porque nos flexibilizamos y entendimos lo que necesitaban.
El plan es muy sencillo. Un espacio para actividades públicas y uno separado para los usos privados: recámara y baño. La fachada norte es muy cerrada porque es la más fría, así que en este lado están ubicados los servicios.
El espacio de estar, comer y trabajar están ubicados del lado sur.
En este proyecto exploramos una manera muy austera de construcción con muros de tabique aparente. La selección del material estuvo relacionada con tres puntos:
Es barato, es fácil construir con el, tienen textura y color, y la forma del material nos permita construir en círculos de una manera muy sencilla.
Queríamos construir una casa con materiales y la tecnología con los que los maestros estuvieran familiarizados. Nos interesa mucho que fuera una construcción austera, una casa sin ornamento y sin excesos. El presupuesto era de 300 dólares por metro cuadrado, cuando el promedio en México es de 600 dólares como mínimo.
Nos dimos cuenta que la manera como construyes con tabiques es muy similar a la manera como un ceramista construye sus piezas, en capas, subiendo poco a poco hasta alcanzar la altura deseada. Al final ellos tenían razón sobre la forma. Es casi como haber moldeado la pequeña casa en un torno.
