BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | EDIFICIOS ADMINISTRATIVOS, INSTITUCIONALES Y CORPORATIVOS
ECUADOR
Autor: PMJ ARQUITECTOS, Arq. Pedro Moreno Jarrín, Arq. Andrés Franco, Arq. José Luis Yela, Arq. Gabriela Mogollón, Arq. Paola Bajzelj, Ing. Rommel Díaz, Arq. Xavier Espinoza, Arq. Nathaly Sánchez, Arq. Fernando Viteri, Arq. Pedro Rodríguez
El proyecto supone el diseño, ejecución y dirección de obra para la sede industrial de una importante transnacional en el Ecuador. Fue diseñada con el fin de almacenar, procesar y distribuir materia prima a puntos de venta dispersos por todo el territorio nacional. Como antecedente, la planta se ubicaba dentro del distrito metropolitano de Quito, pero se trasladó a las periferias motivada por el colapso del núcleo administrativo, y potenciado por la salida del Aeropuerto Internacional. Su nueva cercanía facilita la logística de la franquicia.
El reto importante consistía en readaptar un diseño original planteado en el año 2013 con tecnología de software 2D, y trasladarlo a parámetros de diseño, planificación y ejecución en función de un modelado 3D y tecnología BIM. PMJ Arquitectos había iniciado esta transición meses antes para la mayoría de sus proyectos. Esto implicó un arduo trabajo por complementar información perdida, faltante y por detallar de forma óptima el proyecto con las herramientas que esta tecnología presenta como ventajas.
En cuanto al concepto arquitectónico, la propuesta representa la complejidad funcional de la industria, con un contraste marcado entre sus 2 áreas principales:
- El área administrativa, donde se iba a reubicar todo el personal (actual y futuro) de oficina.
- El área de producción, que funciona como centro de operación logística y acopio.
El resultado es un volumen alargado de forma rectangular que, tanto en fachada como en función, da un paso paulatino de transparencia (área administrativa) a solidez (área de producción), mostrando una transición entre ambas funciones. Así, el frente se caracteriza por un gran muro cortina con excelente visión e iluminación, mientras que la parte posterior se conforma a manera de contenedor, lo cual representa la hermeticidad de las funciones a desarrollarse ahí. El punto intermedio demuestra la transición con ventanales de tamaño variable ubicados en las fachadas laterales.
Interiormente, el edificio administrativo se organizó alrededor de un espacio central de triple altura que contiene dos escaleras cruzadas. El metal de la escalera se combinó con pasamanos de vidrio y luces descolgadas a diferentes alturas desde el punto más alto. Los materiales y la visibilidad de la escalera brindan un estilo industrial que denota el fin mismo del proyecto y realzan el espacio de triple altura, convirtiéndolo en el punto focal más importante del área administrativa.
Ambientalmente, se buscaba mejorar el confort térmico en el área administrativa. Para ello, se incorporó un intercambiador de calor que pasa 1m. por debajo del contrapiso e inyecta aire fresco en las zonas de mayor concentración de gente. Así mismo, la triple altura del espacio central facilita el efecto chimenea que lleva naturalmente el aire caliente hacia arriba. El remate de dicho espacio tiene ventanas altas que permiten una ventilación cruzada. Por otro lado, las paredes laterales tienen un espesor extra para retranquear las ventanas y controlar el ingreso excesivo de luz y calor. Finalmente, todos los espacios internos cuentan con al menos una ventana abatible, garantizando renovación de aire sin necesidad de sistemas mecánicos adicionales.