BAQ 2014 |
CATEGORÍA TEORÍA HISTORIA Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA EL URBANISMO Y EL PAISAJE |
ECUADOR |
JAIME FABIAN ERAZO ESPINOSA |
Las ciudades se han constituido en ‘verdaderas fuerzas productivas’, sobre su existente espacio urbano se realizan las funciones de producción, por eso las teorías de la economía urbana neoclásica que las estudian, son ‘simples’, ‘insatisfactorias’ y de descripción ‘innecesaria’: son a-espaciales. La ciudad como fuerza productiva se gestó durante la Revolución Industrial (segunda mitad del siglo xviii-inicios del siglo xx) mediante la construcción del binomio Condiciones Generales de la Producción-Servicios Generales de la Producción (CGP-SGP). Con la Revolución Terciaria (segunda mitad del siglo xx), “(…) las grandes metrópolis se consolidan como colosales propulsoras del progreso económico (…)” (G. Garza, 2013). Así como la urbanización transformó a las estructuras y superestructuras rurales en urbanas, los equipamientos y las infraestructuras urbanas (los tejidos) transformaron a las ciudades y sustituyeron “a la tierra como factor de producción”, esta peculiaridad, como señala el mismo Garza, “hace posible establecer una teoría que explique simultáneamente al desarrollo económico y a la distribución espacial del proceso productivo”. Si el tejido infraestructural urbano son las CGP y las CGP sustituyeron a la tierra urbana como factor de producción, entonces las CGP, el trabajo y el capital son, para las ciudades y los estudios que sobre ellas se hagan, su fuerza productiva y es esta premisa, con diferentes estilos, la que se debate en este libro.
Las ciudades como fuerzas productivas procuran riquezas para los países, pero se las debe desarrollar; sin embargo, al expandirlas se contradicen con la construcción social del espacio urbano, formado por el capital social, y en consecuencia se frenan ellas, las ciudades y la riqueza económica de las naciones. La contradicción se torna más clara con la siguiente argumentación que, en el desarrollo del libro, se expone:
- Las CGP que “(…) constituyen los elementos esenciales de la estructura de la ciudad (…)” (Garza, G., 2013a: 1), ganan importancia con el paso del tiempo y se convierten progresivamente en un elemento autónomo del capital, el cual, con el mismo paso del tiempo requiere proporcionalmente más expansión de las CGP, para continuar ampliándose y acumulándose. Expandidas las CGP, dice Garza (Ibídem.: 17), “alcanzan niveles tan elevados que conllevan una creciente subsunción técnica del capital privado por el social, pero el primero se apropia de la plusvalía gracias al control del aparato estatal”. Y cuando los propietarios del capital privado se apropian de la producción de plusvalía, presionan para que, atendiendo a sus intereses se concentren espacialmente las fuerzas productivas, con lo cual se apropian de las riquezas que les corresponden a las naciones.
- Las CGP, que son las infraestructuras urbanas, representan el Capital Constante Fijo Socializado (CCFS). El capital variable paga la fuerza de trabajo requerida para prestar servicios. El binomio CGP-SGP vincula ambos y “(…) acrecienta la magnitud [del capital variable] a través del tiempo, lo que significará una disminución relativa de su impacto propulsor de [las] fuerzas productivas (…)” (Garza, G., 2013a: 1).