BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | INTERVENCION EN ARQUITECTURA NO PATRIMONIAL
Autores: ARCHITEKTEN
Arq. Felipe Palacios, Arq. Johann Moeller
Intervenir en un lugar existente siempre representa un reto y una oportunidad. Adaptar el proyecto a las restricciones de un espacio construido, como su historia, sus materiales, y sus dificultades constructivas, requieren una actitud estratégica. En este caso, el Coffee Shop es un proyecto de renovación integral que trata de repotenciar un espacio diseñado originalmente por el arquitecto Diego Ponce Bueno, dentro del Quito Tenis y Golf Club (QTGC). A través de los años, el área a intervenir experimentó una serie de cambios de uso que finalmente terminaron convirtiendo el lugar en un sitio oscuro y anticuado, donde funcionaba la tienda de golf.
El QTGC siempre está buscando brindar nuevos servicios a sus socios, de tal manera que se planteó la necesidad de un café contemporáneo. El encargo comprendía diseñar un lugar de estancia momentánea, que debía compartir su área para dos usos: una cafetería y una pequeña galería. El reto era encontrar el balance adecuado para el funcionamiento de estos programas en armonía, y mantener la sensación de amplitud al dividir el espacio original.
La intervención se aproxima a la arquitectura interior de manera espacial y material.
Esta visión totalizadora del espacio requirió una atención especial del funcionamiento, la paleta de materiales, la iluminación, el mobiliario fijo y móvil, considerados como elementos integrales del diseño. Por un lado, la cafetería se configura en 3 subzonas: booths, lounge, y mesones de preparación. El espacio incorpora una diagonal que pretende romper la ortogonalidad preexistente, una coreografía de materiales continuos, y un juego de alturas que suman a la intención de generar un lugar dinámico. El lounge se dilata formando un espacio de doble altura, mientras que los booths se contienen en un loop de madera. Este loop contiene en un gran gesto los nichos de asientos y mesas que fueron diseñados al detalle, pensando en la ergonomía y comodidad de los usuarios. La aplicación de los materiales suma a la calidez del espacio: el roble francés es una madera amarillenta y cálida. Esta coreografía material incluye el contraste entre el color azul marino de los sillones, los grandes mesones de cuarzo, y una variedad de mobiliario pensado en diferentes formas de tomar café.
La falta de iluminación considera estrategias de iluminación con paneles retroiluminados de tela tensada que asemejan una entrada de luz cenital. Así mismo, la falta de ventilación natural incorpora una serie de aperturas en el diseño de las puertas de ingreso, que presentan un sistema corredizo de apertura total cuando el local está abierto al público.
Por otro lado, la galería es un espacio diáfano preparado para contener un programa cambiante. El espacio respeta el uso de la misma paleta de materiales de la cafetería, para mantener un mismo lenguaje entre las dos estancias. Sin embargo, en la galería destaca un lucernario que baña el espacio de iluminación natural homogénea y permite la salida de aire caliente. Esta entrada de luz dota de una cualidad espacial adecuada para las actividades de la galería, como exposiciones y muestras artísticas.