PREMIO PANAMERICANO | EQUIPAMIENTO
Autor/es:
LPS Arquitectos | Arq. Conrado Pintos, Arq. Luis Santellán
Colaboradores:
Estructura: Ing. Carlos Scoseria
Sanitaria: Tec. Pablo Richero
La Ciudad Vieja de Montevideo es una de las cuatro áreas de la capital uruguaya que goza de un régimen de protección de la integridad de sus constantes morfológicas.
Cuando el MAPI (Museo de Arte Precolombino e Indígena) decide ceder en concesión un terreno de su propiedad que enfrenta la sede del museo con destino a un estacionamiento vertical robotizado, se nos plantea el desafío de insertar un programa de apreciable dureza en la trama del casco histórico de la ciudad.
A partir de esta situación se fijan los objetivos del proyecto:
1) INTEGRACIÓN
No mimetismo. La unidad perceptiva de la Ciudad Vieja es producto de la adición de componentes de muy variada edad.
Un exigente régimen de preservación de alineaciones y acordamientos de alturas así como la dominancia de visuales rasantes en virtud del escaso ancho de las calles han garantizado la continuidad perceptiva de los límites construidos.
En esas variables se apoya el proyecto para hacer jugar luego las de su materialidad desde las sugerencias de su programa y su tiempo.
2) CARÁCTER
Una estructura metálica provista de mecanismos de elevación, desplazamiento y depósito de automóviles aleja cualquier tentación de formalización mimética.
Así, una volumetría que acuerda con vecinos de diferente altura y se alinea con el límite de la propiedad puede apostar a una piel metálica con diferentes grados de opacidad, un tratamiento cromático infrecuente por su unicidad extrema y su elección de color y a la incorporación de gráfica de gran escala.
3) EL ESPECTÁCULO
Los edificios de estacionamientos suelen constituir grandes silencios urbanos. En este caso el metal desplegado que reviste el tramo central de la fachada se comporta como opaco en la visual rasante pero en la frontal transparenta el movimiento de los vehículos en vertical y horizontal regalando al peatón un espectáculo infrecuente al que se agrega el variable pixelado cromático de instalaciones y autos.
4) SINERGIA
El Museo de Arte Precolombino e Indígena ocupa un edificio de generosas dimensiones y contundente diseño de finales del siglo XIX.
El estacionamiento dialoga con él desde la otra acera en una sinergia de opuestos; desde el programa a la expresión arquitectónica un siglo los une en su escala, su contundencia y su contrapunto de pesos, colores y destinos. El nuevo asume su rol complementario aceptando el protagonismo de la gráfica que anuncia el museo.