BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | INTERVENCIÓN EN ARQUITECTURA NO PATRIMONIAL
MÉXICO
Autor/es: JOSÉ REYGADAS + MARCO REYGADAS + ANTONIO GALLARDO + RAÚL HUITRÓN
Colaboradores:OSCAR DE LA TORRE, HUGO FERNÁNDEZ, DIANA GONZÁLEZ Y ALEJANDRO BÁTIZ
Proyecto de intervención mayor y reforzamiento estructural del edificio construido en 1974 en Ciudad de México. Después de varios dictámenes se atendió la necesidad de aplicar normas vigentes de seguridad estructural, adecuación de espacios, nuevas instalaciones, reubicación de espacios inutilizados en plantas tipo incrementado tres niveles, eliminando elementos prefabricados de alto peso en fachadas, diseñando una nueva envolvente arquitectónica con sistemas sustentables y vanguardistas.
En la composición arquitectónica se hizo un estudio de proporciones, aplicando parcialmente trazos en sección áurea tomando la base de la torre, dos rectángulos laterales y dos triángulos egipcios interiores, para generar en los niveles de oficinas dos rectángulos áureos en la altura del cuerpo que flota en la fachada de cristal del vestíbulo de acceso. Por su ubicación privilegiada, se logra el rescate de un hito urbano para poner en valor el edificio en esa zona de la ciudad.
La propuesta incorpora un sistema de contraventeos en claros centrales, 200 disipadores de energía sísmica, fachadas cortina, parasoles exteriores, terrazas y jardines aéreos. Se proyectaron ampliaciones en esquinas colocando tensores-puntales verticales cada dos niveles para control de vibraciones. Los dictámenes después de dos fuertes sismos, uno durante el proceso final de obra en 2017 y recientemente en 2020, concluyen que es una estructura sana cumpliendo con las normas vigentes de seguridad y ocupación.
Se estudió ubicación, orientaciones, valores de clima para el diseño de fachadas según influencia solar y temperaturas exteriores de acuerdo con días críticos, implementando una secuencia proyectual bioclimática con programas de simulación, flujo de aire y energía. Durante el proceso, se desarrolló un sistema único de ventilación natural para áreas abiertas de trabajo, con tecnología de captación y aceleración de flujo, controlando polvo y ruido exterior, con ahorro de energía de más del 50% y sin un sistema central acondicionado. En algunos espacios cerrados de oficinas privadas se colocaron equipos, aprovechando el flujo de retorno de baja temperatura para balancear el sistema general.
La estrategia planteó jardines aéreos, un sistema de enfriamiento evaporativo incluyendo selección vegetal, considerando presión del viento y su adaptación. Para el control de ganancias por radiación, se seleccionaron sistemas de vidrio doble de control con cámara de aire y parasoles fijos con inclinación de acuerdo al estudio de incidencia solar. Los resultados permiten importantes ahorros de energía con adecuado nivel de confort.
Hoy los espacios interiores de oficinas abiertas representan una ventaja salutogénica al contar con ventilación natural y la renovación permanente de aire exterior ante la emergencia sanitaria por COVID-19.
Se creó un sistema de protección contra incendios, almacenamiento de agua y planta de tratamiento, y nuevas redes de comunicación. Equipos y accesorios ahorradores de energía logran un mejor rendimiento e importantes ahorros. Elevadores nuevos de alta velocidad. Espacios para eventos culturales con vestíbulo de triple altura abierto con cubierta de cristal para mayor iluminación. La escalera helicoidal de concreto se mantuvo como testigo de la construcción original restaurando el mural en vestíbulo.