BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | INTERVENCIÓN EN ESPACIO PÚBLICO Y/O COLECTIVO
CHILE
Autor/es: TOMÁS VILLALON ARQUITECTOS.
Colaboradores:LEONARDO QUINTEROS / CARMEN VALDÉS / MAITE RASCHILLA / LEONARDO SALGADO / CÉSAR GÓMEZ / MARTÍN BUSEL / ROBERTO COMINETTI.
La bienal de Arquitectura de Chile 2019 se desarrolla en el barrio Franklin, un sector popular, altamente comercial, y de mucha tradición cultural en Santiago.
Los fines de semana, es común que su aspecto comercial se transforme en una gran feria libre, donde las veredas y pasajes son apropiados por instalaciones pasajeras y frágiles que se construyen por algunas horas el paisaje del barrio.
En este contexto, la bienal se enfrenta al desafío de situar la muestra de proyectos, charlas y discusiones en torno a la ciudad y a lo “común y corriente” (tema central de la bienal).
En el barrio, esta condición móvil y dinámica es lo que transforma el espacio domestico por medio de invenciones muy precisas. El suelo aloja vitrinas improvisadas de telas con colecciones de objetos, las veredas estacionan carros con ropa, con comida al paso; los edificios cerrados se abren y aparecen calles hacia el interior. La gente va de un punto a otro, cruza y rompe filas en las veredas. El ordenado damero de calles, da paso a un campo irregular de trazados oblicuos. La gente en este escenario es otra, se multiplica en cruces, diálogos y transacciones. Este nuevo barrio ha aparecido de pronto.
Cuando la tarde avanza, el despliegue comienza a retirarse, y poco a poco desaparece.
Este ir y venir, es lo que mejor define el escenario de la “Feria libre de arquitectura”. Un lugar donde las cosas flotan, parecieran ser volátiles. Su incoherencia, nos obliga a pensar en cómo desplegar el contenido de la curatoria en este lugar.
Desplegar y colonizar, tal como lo hace el barrio.
Dividir y fragmentar, para hacerlo simple.
Agrupar y relacionar, en los espacios donde el barrio suele hacerlo.
Más que un montaje, proponemos una manera de usar el barrio, una estrategia para evidenciar este orden subyacente.
Una colección de carros de distinto tamaño y contenido serán desplegados en el barrio, proponiendo un archipiélago de fragmentos. Al ser ligeros y pequeños, se despliegan en el territorio llevando la bienal a la ciudad, y la ciudad a la bienal. Esquinas, calles, pasajes y patios interiores, ahora son justamente parte del montaje.
Pequeños cines, bibliotecas, foros, mesas de dibujo, o simplemente carros de energía, torres de señalización, o ruedas con información. Todas ellas piezas con una historia, un guion que permite colonizar de manera estructurada, activando alianzas entre carros que permiten generar actividades combinadas con la gente y el espacio que los recibe.
La muestra se despliega en 3 escenarios. La formación base en el galpón de los cerdos, donde la bienal reposa. Complementariamente, en 2 fines de semana sucesivos, la bienal se traslada parcialmente al sector Huemul, y luego al sector Victor Manuel, ambos muy populares en el barrio, donde se disponen los carros como parte de las ferias libres.
Paralelamente, la bienal destina cerca de 200 actividades puntuales en esquinas, pasajes, espacios comunitarios, y 3 regiones fuera de Santiago (La serena, Iquique y Puerto Montt), que son ejecutados con formaciones pequeñas de uno carros.