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RECUPERACIÓN SOCIAL DE LA ANTIGUA ESTACIÓN DEL TREN DE PICALEÑA Y SU ENTORNO

Premio Panamericano

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BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANOINTERVENCIÓN EN ARQUITECTURA PATRIMONIAL O DE INTERÉS PATRIMONIAL
COLOMBIA

Autor:Carlos Julio Pinilla Acosta.


Tras su abandono, la estación de Picaleña fue ocupada por más de 17 familias que realizaron modificaciones al inmueble, para habitarlo cerca de 22 años. La presencia de los invasores, muchos de ellos desplazados, permitió que el edificio no colapsara. Sin embargo, para ocupar el entorno algunas de éstas realizaron asentamientos informales, anexos al edificio principal, que hicieron imposible su visibilidad hacia el exterior, lo que causó su olvido en el imaginario de los ibaguereños.

La recuperación de la estación del tren de Picaleña se desarrolló a través de un proceso participativo con la comunidad del sector y los habitantes del edificio para liberarlo y así poder intervenirlo; la posterior caracterización del inmueble y, finalmente, la ejecución de la obra realizada por varias instituciones.

El edificio de la estación tiene dos plantas, tres tipologías de fachadas diferentes, dos laterales con características similares y otras dos orientadas a los accesos, una de entrada por la vía principal y la otra por el acceso a donde llegaba el tren. El estilo es ecléctico al fusionar algunas corrientes historicistas con otras decorativas de comienzos del siglo XX, propias de la arquitectura republicana. La construcción se compone de arcos rebajados, fachadas decoradas con cornisas, pilastras con estereotomía simulando la piedra, zócalos, celosías y lucernarios para el paso del viento y la luz, pisos en baldosa de cemento, muros estructurales y remates de fachada en hastiales. Así mismo, la construcción de las estaciones del tren introdujo nuevas tecnologías y materiales como el cemento para el desarrollo de obras civiles en el país.

La recuperación de la estación consistió en consolidar lo que quedaba en píe de la edificación original (muros, cornisas, carpintería de madera de puertas y ventanas), y de esa forma, intervenir el edificio con materiales que dejaran ver su condición inicial y las adecuaciones realizadas en la actualidad. El proceso desarrollado permitió a nivel interno liberar los agregados para recuperar la distribución inicial y, de manera externa, permitir la visibilidad del inmueble en el sector.

La relación desarrollada entre el edificio y el entorno está determinada por el diseño del espacio público que resalta la estación, definiéndose como eje central de composición. Alrededor de esta edificación principal se realizaron plazoletas de lectura, una zona de proyección al aire libre y un corredor que evoca la línea férrea.

Al ser declarado como parte del patrimonio, el edificio de la estación de Picaleña ganó en valor social debido a la fuerza en el imaginario de los ibaguereños, ya que implica la validación de un momento que marcó la historia de la ciudad.

De esa forma, la recuperación social y técnica del mismo, permite su preservación que a largo plazo servirá como detonante para dinamizar el sector y eje de actividades culturales o turísticas para propios y foráneos.

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