BAQ 2012 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
CHILE |
BERNARDO VALDES, CRISTIAN LARRAIN, MATIAS MADSEN |
Esta obra se ubica a las afueras de Santiago en el Valle de Curacaví, característico dentro del país por su una gran actividad vitivinícola. El emplazamiento escogido para ubicar la casa corresponde a la ladera sur del valle y se orienta hacia el norponiente en dirección a las vistas lejanas enmarcadas por los cerros y las viñas.
El encargo lo hace un hombre soltero el cual busca tanto la soledad como la compañía de sus amistades y que aporta la imagen de una casa de estilo colonial chileno como referencia para su futura vivienda. Ambas condiciones dan forma a los problemas centrales a resolver en el proyecto, lo que sumado a las rotundas condiciones del lugar orientan las siguientes decisiones:
Primero, desarrollar un programa en tres zonas: privada, común y de invitados, el cual permita temperar la casa de acuerdo a la situación que disponga su propietario, dándole también la autonomía para utilizar indistintamente los recintos.
Segundo, tomar dos elementos primordiales de la arquitectura colonial chilena como son el patio y el corredor para generar las distancias y circulaciones entre las tres zonas antes mencionadas.
Tercero, alinear las vistas en sentido oriente poniente en dirección con la longitudinalidad del valle alcanzando por un lado la contención de los cerros y por otro lado la fuga a la lejanía de los viñedos.
Cuarto, dentro del juego de una planta rectangular se modifica la cumbrera como punto medio y se situa de forma diagonal respecto al eje central de la casa, esta operación afecta directamente la espacialidad interna de la obra configurando singularmente cada recinto mediante una relación irregular entre cielos y suelos, lo cual se enfatiza mediante la aplicación del mismo entablado de madera para ambas superficies.
El sector de uso común el cual contiene estar, comedor y cocina aumenta su altura enfatizando al máximo la relación con los patios y las vistas, evitando la fuerte presencia de la luz poniente mediante la ubicación de los aleros que dan forma al corredor principal, que a su vez constituye las terrazas de la vivienda. Las puertas fueron construidas en obra y en el caso de la puertas de acceso que reciben el sol de la mañana se les integró a cada una un postigo que hace las veces de ventana y cerramiento de seguridad. Todos los suelos de la casa son de madera la cual ha sido tratada de forma natural en todos los recintos a excepción del living y los corredores, en los cuales se aplica un acabado al carbonileo el que otorga el color oscuro, el revestimiento exterior está hecho en emballetado metálico de color rojo sangre, muy utilizado en casas de estilo colonial chileno.