PLAN MAESTRO DEL PAISAJE DE CAMPECHE

Entre el siglo XVI y XVII Campeche, como otros puertos del Caribe, fue saqueado por piratas y corsarios que obligaron la construcción de una muralla hexagonal  sobrepuesta a la traza hipodámica, la ciudad se dota de edificaciones religiosas y de una plaza de armas rodeada de construcciones emblemáticas.

La destrucción de tramos de muralla, va de 1893 a 1964 cuando se demuelen componentes del sistema defensivo para facilitar la penetración del automóvil y desplazando al peatón.

El plan maestro comprende el ámbito intramuros y los barrios externos y pretende poner en valor la materialización de la memoria de una sociedad que, reconociendo sus herencias ambientales y artísticas, está comprometida con el tiempo al que pertenece. Esta actitud impone la factura de arquitecturas contemporáneas en armonía con el patrimonio edificado y con la imagen sedimentada por el tiempo.

Para enfrentar estos retos se realizó un riguroso análisis de la arquitectura militar, de los espacios vinculados a ella y se identificaron los proyectos estratégicos que detonan  el proceso de recuperación ambiental, a partir de la restauración de las fortificaciones y la reposición de lienzos de muralla demolidos, utilizando materiales y destrezas tradicionales que perviven en la región, con tratamientos que manifiestan su pertenencia al siglo XXI. Este mismo criterio se aplicó en los materiales y en la urdimbre de los pavimentos.

Para sustentar el proyecto se levantó íntegramente el espacio público tanto del recinto amurallado como del campo de tiro que lo circunda—calles, plazas, atrios, jardines y remanentes urbanos-. Se elaboró el diagnostico fitosanitario y el censo de la totalidad de árboles que dan sombra y amenizan plazas y vialidades. También se estudiaron las plantas nativas que se han reintroducido en las áreas recuperadas.

El espacio público y el paisaje que todos compartimos suscita el sentimiento de identidad y pertenencia que estimula el arraigo. En estos contextos del patrimonio material y tangible, se crean, manifiestan y trascienden las expresiones de la cultura inmaterial.

El espacio público forma una trama que establece una segunda estructura del paisaje histórico que circunda los espacios edificados, emplazados en un paisaje con determinado carácter formando hitos urbanos o paisajísticos, verdaderos puntos de referencia que caracterizan la ciudad.

El proyecto, que abarca la totalidad del antiguo asentamiento, está dividida en 5 frentes:

1° restitución de sectores de la muralla, que parte del baluarte de San Francisco al de San Pedro—restaurado íntegramente—con el atrio recuperado de San Juan de Dios.

2° restauración del baluarte de San Juan, restituyendo un tramo de muralla, que forma una calle peatonal y la ampliación del campo de tiro.

3° restauración del baluarte de San Carlos con dos brazos de muralla y el tratamiento de la plaza resultante.

4° reposición de un lienzo de muralla, restauración de la puerta de mar, ampliación y acondicionamiento del espacio peatonal, tratamiento del verde con especies nativas y diseño de paisaje en el frente de mar.

5° creación de una plaza y un palmetum con la prolongación de la muralla y la reconstrucción de la puerta de comercio.