BAQ 2012 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
MÉXICO |
GUSTAVO ACUÑA |
El bar con 282.78 m2 de superficie construida con una capacidad para 70 personas; pertenece a un conjunto comercial (ICARIA) compuesto principalmente por dos restaurantes (franquicia) y el bar ofreciendo un servicio de gourmet especializado.
Se concibió como un espacio de exclusividad únicamente para 70 personas y que ofrecerá una continuación de servicio a los restaurantes.
Se trata de una obra viva de noche y contribuyendo en el día al conjunto con un muro llorón de 8 metros de altura ofreciendo un remate visual a los comensales de los restaurantes. Esta dicotomía se expresa en los dos colores utilizados en la fachada: el blanco y el negro de donde se propuso de manera sobresaltada o sobre relieve para el muro llorón, ya que sus dimensiones nos permitieron resolver la curvatura del muro y lo alto de este.
La disposición de los muebles están situados entorno a la barra que interactiva, a través de un cristal pantalla que genera efectos gráficos de luces y al centro la pista de baile, recordando las discotecas de los 80´s mediante una cuadrícula de blocks de cristales templados que contienen un AZ de luz a base de Leeds ofreciendo un sin número de combinaciones.
En la parte central de los asientos se provocó un pergolado de donde cada viga emana luces de colores en su parte central y en toda su longitud, además de poder observar la lluvia o las estrellas durante la noche.
Los pisos proporcionan una sensación acogedora por su textura maderable que en contraste propusimos la barra como un elemento interactivo, de atracción y reflejante.
Debido al limitado terreno con que se contó, se dispuso la planta para ubicar los sanitarios, las oficinas, bodega y sanitarios para trabajadores.
Durante la noche la fachada es bañada de luces y agua ofreciendo una algarabía de colores a la rotonda de Plaza Icaria, dándole ambiente festivo y de alegría al espacio.
The One es el espacio que transita entre el día y la noche para prender sus luces para ser disfrutado desde el exterior en día y al interior por la noche. Con su mínima expresión volumétrica provoca que la música y las luces envuelvan el espacio de relajamiento y motivación.