BAQ 2012 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
MÉXICO |
AUGUSTO QUIJANO |
La vida en el verano en la costa norte de Yucatán cobra un auge importante en la época de los 50’s y desde allí, cada año los habitantes de Mérida se trasladan los meses de julio y agosto, principalmente a mitigar el calor y a tomar el descanso anual.
Las casas eran para eso, para el descanso y el relajamiento, el compartir con el mar y con la brisa refrescante, momentos de ocio y actividades propias como gozar el atardecer, pasear por la playa o en lancha y la pesca.
Con el tiempo, las casas de verano se convirtieron en casas con las comodidades de las casas urbanas, incluso hasta en imagen, que se enfrentaban al mar y al ambiente natural.
La intención de esta casa es recuperar esa paz propia que se tiene en los días de descanso, invitar al descanso, con una arquitectura basada en producir una serie de espacios que solo pretenden estar apenas insertos en la naturaleza. Espacios libres, sombreados, que permiten el paso de la brisa marina, buscando en todo momento las visuales hacia el mar.
Una casa libre, que configura un lugar. La casa se retira de la playa para crear un propio mundo.
La casa se localiza dentro de un gran cocal de 600 m de largo, atrapando las últimas plantas de cocos que quedan dispersos hacia frente de la playa, debido a la erosión de los vientos y huracanes que han atacado la costa.
Ahí se arma el espacio, atrapando las palmeras. Un espacio-patio, como elemento generador de todo el conjunto, en donde en dos de sus costados se localizan los espacios interiores; por un lado la zona pública apuntando al mar, y por otro lado, como respaldo, la zona de las habitaciones. Todos los espacios ven hacia la playa, ya que al costado poniente, en el recorte que existe en el terreno, se ubican los servicios. Todos los espacios tienen ventilaciones cruzadas.
Desde el cocal, la casa no se percibe sino sorpresivamente al llegar. Tres volúmenes de piedra, que contienen los servicios de las habitaciones, es el remate de las visuales. Por ambos costados se percibe la continuidad hacia el espacio principal.
El acceso es libre de puertas hacia el espacio principal. Por una pequeña plaza entre las habitaciones y los servicios, se accede a un espacio que conduce al patio y al espacio público. Al girar se entra al patio, en donde las habitaciones, se enfrentan al espacio principal y al mar.
Esquema claro, libre, de gran fluidez, espacios que producen terrazas por medio de planos horizontales que atraviesan el lugar.
Continuidad espacial, relación dialéctica entre interior y exterior, entre sol y sombra. La estructura espacial es a base de planos que dirigen las visuales hacia el mar.
Generar actividades exteriores. Lo principal está en el exterior, soleado y sombreado, construido y natural.
Un ejercicio proyectual en donde es más importante los espacios que las formas, en donde el exterior y la naturaleza se destacan, por encima de las pretensiones formales y agresivas en un medio en que lo importante es el disfrute, el relajamiento y las sensaciones.
La casa contiene una serie de espacios en donde se vive, se disfruta el vivir, y por lo tanto se convive. Esta hecha para vivir mejor. Acerca a los usuarios a la arquitectura amable, a la arquitectura palpable y sensible, a la arquitectura seria, sin folclorismos ni adiciones, en donde cada elemento y cada espacio están en su lugar y en relación con el lugar.
La arquitectura de la costa se ha construido desafiando huracanes y contemplando el mar, sorteando la fuerza de los vientos y disfrutando de la brisa refrescante, soportando los pesados rayos de sol y mirando cálidos atardeceres, asoleando un interior y sombreando un exterior. Es el producto de los trópicos.
La casa responde a las condiciones del medio ambiente, generando espacios a manera de zaguanes y patios que integran el lugar con la casa, espacios de ambiente fresco y sombreado para integrar el exterior con el interior, terrazas para relacionar los espacios con los lugares donde están construidos, en donde las ventilaciones cruzadas, la calidad de luz permitida y las transiciones de exterior a interior se suceden, en una arquitectura en donde el clima es fundamental para que el sol, la sombra y la brisa sean también los usuarios.
Esta casa pretende ser un ejercicio en donde las actividades producen el espacio y no las áreas y las formas. Un juego dialéctico de contrapuntos. Logra enclavarse de manera natural, tomar el sitio y componer con el terreno.
Lo que llamamos hoy sustentable, es lo que siempre se ha llamado arquitectura, sin artificios ni recursos, sino diseñando los espacios tal como deben ser, con el espíritu del lugar, sin negar el espíritu de la época.