BAQ 2014 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
PERÚ |
ARQ. CÉSAR RUIZ LA ROSA,ARQ. CÉSAR RUIZ LA ROSA,DIS. IND. ÁLVARO CHANG-SAY WONG,ARQ. MANUEL FLORES CABALLERO |
Barranco ha sido y sigue siendo considerado uno de los distritos más emblemáticos de la ciudad de Lima. Con una población que apenas supera los 33 000 habitantes, es el distrito más pequeño de la urbe. Poblado por pescadores en sus inicios, se consolida como distrito en el año 1874. Desde su fundación, fue tomado en cuenta por la clase media alta limeña y extranjeros en general, convirtiéndose en uno de los lugares más atractivos para veranear. Esto llevo al desarrollo de una arquitectura fuertemente influenciada por corrientes europeas reflejada en la actualidad por algunas casonas y ranchos que han sobrevivido el paso del tiempo. Una de las calles más reconocibles por estas características es la alameda Sáenz Peña, ubicada en una zona monumental/patrimonial de máxima protección, que da lugar a casonas antiguas de diversos estilos y algunos edificios residenciales y a su vez también galerías de arte y de exposición. Un lugar privilegiado donde se reúne tradición arquitectónica con un espíritu artístico y bohemio.
El proyecto se encuentra ubicado a mitad de manzana de esta calle y tuvo como principal reto integrarse de manera acertada en una zona de gran importancia arquitectónica y cultural. Al estar ubicado en zona monumental, el objetivo era respetar las alturas de las edificaciones colindantes (14,00 m), conservar la escala volumétrica en el entorno pero sobre todo desarrollar estos puntos de manera audaz y coherente. La solución debía entonces integrarse armónicamente a la calle pero con una expresión que pueda equilibrar lo antiguo con lo contemporáneo. Al decir esto, el edificio no pretende opacar la arquitectura del pasado pero tampoco mimetizarse exageradamente (como muchos edificios en zonas monumentales) sino más bien desde lo contemporáneo sintonizar con los edificios vecinos con separaciones francas: una ya existente y la otra distinguiéndose de la Galería de arte Lucia de la Puente, edificación patrimonial.
Al tener un terreno largo y angosto (como la gran mayoría de terrenos antiguos en Barranco) el edificio distribuye los departamentos en dos crujías unidas por un patio central con un total de 36 departamentos con tipologías flat y dúplex. La fachada se trata como un conjunto dividido verticalmente en tres partes mediante pausas verticales a manera de bruñas. Esta división compositiva tripartita permite aligerar el peso visual de bloque continuo y largo por un lado, y por otro permite al edificio integrarse con la toma de partida de dividir cuerpos que prima en los edificios monumentales de la alameda. Además, se plantea un sistema de ventanas con celosías plegadizas que conversan con los muros llenos a lo largo de la fachada, remitiéndose así (sin ser literal) a los sistemas compositivos tradicionales barranquinos respetando también la proporción de llenos y vacíos del contexto.