BAQ2016 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
GANADOR INTERNACIONAL BAQ2016 |
BRASIL |
SPBR ARQUITETOS |
Nubes, llovizna, lluvia, nieve o granizo, en todos sus estados físicos el agua se relaciona con el cielo.
Sin embargo si se nos pide pensar en una piscina, nuestra imaginación automáticamente cava un hueco en la tierra. Mares, lagos y estanques explican la razón por la cual reaccionamos de esa manera: esencialmente una piscina se siente como el pedazo de un lago. Tiene sentido, la imagen corresponde a la palabra, agua que reposa sobre la tierra. Agua define la superficie.
Pero si menciono un tipo específico de reservorio, tanque de agua o reservorio elevado de agua, primero imaginamos un volumen elevado de agua, un reservorio separado de la tierra. En este caso, la presión hidrostática es requerida para llenar la tubería para abastecer de agua. El nivel de agua mantiene una potencial posibilidad.
Mientras se camina sobre la tierra, podríamos preguntarnos: ¿Dónde está la superficie? En este sentido específico de la palabra, superficie no tiene capas ni espesores. Sin embargo, si se caminara en ciudades como São Paulo (o New York) el nivel de tierra no corresponde más a la superficie. Existen algunas áreas de suelo que no han sido tocadas por la luz del sol por décadas desde que los edificios generaron sombra sobre ellos.
Específicamente en este lugar, la altura promedio está definido por una zonificación: 6 metros de altura. No se requieren retiros laterales. La construcción del vecino, en el costado este, genera sombra toda la mañana hasta el mediodía y después cae la sombra de la construcción del costado oeste durante el resto de la tarde. Por lo consiguiente, si se fuera a construir una piscina y para que esté expuesta a la luz directa del sol, es crucial definir su superficie: 6 metros sobre el nivel de la tierra.
La suposición aquí es nadar en un reservorio de agua elevado y disfrutar de ese potencial en términos de diseño. Un “estado” más del agua relacionado al cielo de São Paulo.
CASA DE FIN DE SEMANA EN LA CIUDAD
Sao Paulo es una metrópolis de 20 millones de personas. Se encuentra a aproximadamente una hora de la costa. Debido a los severos embotellamientos de tráfico, sus habitantes pasan horas trasladándose de un lado a otro. Los fines de semana, especialmente en verano, cientos de miles de personas manejan hacia la playa generando más embotellamientos.
Con el fin de evitar encontrarse en esos embotellamientos los fines de semana, recibimos una inesperada pero bastante lógica demanda. Una acción contraflujo: una casa de fin de semana en el centro de Sao Paulo.
Como una aproximación a un anti COS (coeficiente de ocupación del suelo) una piscina, un solárium y un jardín son los principales elementos de este proyecto. En una jerarquía propiamente invertida todo lo demás en este programa es complementario: un dormitorio, un apartamento para un cuidador y un espacio para cocinar y recibir amigos. El lote está céntricamente ubicado, entre una avenida arterial, Av. Faria Lima y un eje de infraestructura metropolitana (calle y vía de tren) ubicada a orillas del rio Pinheiros. También es importante destacar que el lote se encuentra exactamente abajo del cono aeroportuario, lo que significa que cada 7 minutos pasan aviones sobre el lote.
Piscina y solárium fueron expuestos como volúmenes paralelos. Dos columnas fueron localizadas en el metro de separación entre ellos. El largo de 12m está enfrentado a un lado con vigas que soportan la piscina y en el otro lado por vigas que soportan el solárium y de donde se descuelga el piso inferior. Estructuralmente, la masa de la piscina hace de contrapeso que sostiene los espacios inhabitados. En otras palabras el agua está balanceado por la playa.
La planta baja se mantuvo libre de cualquier construcción con el objetivo de lograr la mayor cantidad de área para jardín. Como resultado existen tres diferentes capas o tres niveles para tres estados de ánimo: planta baja (jardín – introspectiva o conformado por los límites del lote), nivel del apartamento (el único espacio que flota sobre la planta baja y debajo de la piscina), y la cubierta (piscina y solárium, espacio extrovertido o espacio panorámico).
Este edificio y su programa difiere del enfoque tradicional de proyectos arquitectónicos en dos sentidos: la metrópoli se convierte en un lugar donde permanecer y disfrutar durante fines de semana y que elementos que generalmente son considerados como secundarios en una casa grande aquí se convierten en componentes fundamentales.