BAQ 2010 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
COSTA RICA |
BRUNO STAGNO |
El encargo fue crear “a great place to work”, o sea un lugar de trabajo singular y atractivo. Para lograrlo, se eliminaron las barreras físicas entre los usuarios buscando la relación visual entre ellos y se combinó el trabajo frente a las computadoras con el esparcimiento, la convivencia, el contacto con la naturaleza y el aire puro. Se nos solicitó que el edificio fuera un factor que motivara el trabajo en equipo y que ayudara a un posible nuevo colaborador a decidir en qué empresa trabajar. Estas políticas empresariales de vanguardia fueron consideradas a la hora de diseñar y se sumaron a otros aspectos propios de una arquitectura sostenible adaptada al trópico, y que ha sido nuestra pasión por hace más de 25 años.
Sombrear los edificios en esta latitud tropical es una práctica que conduce a una arquitectura que mantiene frescas las fachadas del edificio al reducir la radiación solar. En este proyecto conservamos los enormes cedros existentes y encajamos los edificios bajo su sombra y no contentos con eso, el paisajismo, agregó amapolas de flores amarillas en macetas colgadas en las fachadas y bambú en los linderos para mitigar el soleamiento horizontal de las tardes.
Los elementos de las fachadas tienen como objetivo alejar los rayos del sol de los vidrios y apartar la lluvia de las ventanas. La iluminación natural tenue, matizada, que descanse el ojo de la resolana y la leve penumbra interior se complementa con la luz individual, y al brillo de los monitores produciendo una agradable atmósfera de trabajo, que además permite un ahorro importante de energía eléctrica. El ahorro energético, se logra al mantener el edificio sombreado y levantado del piso que hace que el aire fluya, lo refresque y se reduzca la humedad, lo cual permite que los equipos de climatización sean de menor tamaño y costo y que el mantenimiento se minimice.
El edificio BAT fue analizado de acuerdo a los parámetros de lo que se conoce como el “síndrome del edificio enfermo” pasando las pruebas satisfactoriamente. La doctora jefa del equipo de inspectores al terminar el análisis del aire comentó que “el edificio no olía a nuevo”, es decir, señal que los materiales y productos usados eran inocuos.
La responsabilidad social empresarial se aplicó reduciendo el consumo de agua potable de la red pública al poner en funcionamiento un pozo profundo, reduciendo el impacto de la evacuación pluvial a la calle, construyendo un gran tanque de retención que libera dosificadamente el agua a la red pluvial y construyendo una planta de tratamiento de aguas que reutiliza el agua tratada para riego de los jardines.
Estos edificios amigables, que cada vez son más aceptados y acogidos por las empresas y los usuarios, pertenecen a la tendencia de la arquitectura sostenible y amigable con el ambiente y que en los últimos años, con la divulgación masiva del deterioro del planeta y el agotamiento de los recursos energéticos no renovables, se hacen cada vez más necesarios.