CONSTRUCCION PARTICIPATIVA DE UN WAWAWASI

Tras el terremoto del 15 de agosto de 2007 en la costa central peruana, dos organizaciones españolas: APRELAR (Asociación de Peruanos Residentes en la Rioja) y HaB-ETSAM (Grupo de Cooperación al Desarrollo en Habitabilidad Básica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid) decidieron participar en el proceso de reconstrucción, con el apoyo financiero del Gobierno de La Rioja y de la Universidad Politécnica de Madrid; en coordinación con la ONGD local Asociación Casas de la Salud de Ica y con la Universidad San Luis Gonzaga de Ica. El trabajo coordinado con el equipo técnico local, con líderes y lideresas de las comunidades beneficiarias y con la población en general, hizo posible la óptima ejecución de varios proyectos de construcción de 50 viviendas y de un Wawawasi (casa de los niños en quechua). La técnica de construcción utilizada ha sido la quincha modular, un sistema de bajo costo, fácilmente replicable, que aprovecha la sabiduría local y ancestral, y utiliza materiales de la zona.

Los niños y niñas menores de cuatro años de la zona beneficiada no contaban con un espacio propio para recibir una alimentación adecuada, y en el que se trabaje para estimularlos psicomotrizmente y controlar su estado de salud física y mental. Muchos de ellos y de ellas se encontraban en situación de abandono mientras sus padres y madres trabajan. Por esta razón la construcción de un Wawawasi ha sido la culminación perfecta para que los esfuerzos que se han venido realizando desde el año 2007, favorezcan a quienes más lo necesitan: los niños. La educación de los más pequeños en un ambiente seguro y saludable, y la atención y el cuidado de los mismos mediante el desarrollo de un método de aprendizaje personalizado adecuado al contexto social; son una prioridad que no se podía dejar pasar.

El WawaWasi que se presenta al concurso, consta de 4 aulas, una sala-cuna, una sala de usos múltiples, un comedor, una cocina y dos baños, además de zonas verdes, de circulación y de juegos. Todos los espacios están iluminados y ventilados para asegurar un confort interior adecuado y la forma del conjunto estructural ha sido definida por el solar donde se ubica y por las necesidades funcionales de este tipo de dotación educativa.

Durante todo el proceso de construcción, la comunidad beneficiaria seleccionó y controló las herramientas y los materiales utilizados para la construcción del WawaWasi, siendo responsables del mantenimiento y cuidado de los mismos. Todas las familias han trabajado en alguna de las fases constructivas según la mayor o menor complejidad técnica. Las mujeres, actoras muy comprometidas han participado activamente junto a niños y niñas que han dado su apoyo dentro de un proceso de aprendizaje lúdico. Algunos beneficiarios capacitados previamente durante el levantamiento de su propia vivienda, han sido contratados como mano de obra calificada, con la confianza plena del equipo técnico y de los maestros de obra. Toda la mano de obra contratada, maestros, oficiales y peones, son trabajadores de las mismas comunidades, por lo que se ha generado empleo y se han desarrollado capacidades en la población indirectamente beneficiada.

Cabe destacar que se ha producido un constante intercambio de conocimientos y pareceres entre todos los actores involucrados. Se han propuesto cambios para mejorar la técnica, para abaratar costos, para reducir tiempos, e incluso para cambiar ciertos detalles de diseño. El entusiasmo por la consecución de un proyecto de calidad ha invadido a todos y todas, generando un gran ambiente de trabajo y de cooperación. Incluso algunas familias decidieron mejorar los acabados de las aulas, aportando materiales no presupuestados en el proyecto, empezando por lo tanto, a empoderarse, a valorar y a cuidar lo que es de toda la comunidad y en lo que tanto han trabajado.