BAQ 2010 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
ARGENTINA |
FOROGRAMA ARQUITECTOS-DIEGO ROLANDO, DIEGO GRAMOY, GONZALO FUZS, JUAN C. M. ARCE, JORGE M. ROLANDO. |
“Calle Angosta, calle angosta
la de una vereda sola
yo te canto porque siempre
estarás en mi memoria.
… Sos la calle más humilde
de mi tierra mercedina,
que en los álamos comienza
y en el molino termina.”
J. Zabala
En una decisión lógica, el gobierno de la provincia de San Luis adquiere este molino, para sumarlo a su patrimonio histórico arquitectónico y genera un concurso nacional con el fin de intervenir sobre el mismo, adaptando sus funciones para transformarlo en un espacio con un alto contenido urbano, social y cultural. La presente obra es la materialización de la propuesta ganadora de ese concurso y la misma se concentra en la puesta en valor de los edificios que integran el predio del antiguo Molino Fénix y sus espacios exteriores: un antiguo conjunto molinero asentado sobre las vías del ferrocarril, localizado en un sitio sobre la tradicional Calle Angosta de la ciudad de Villa Mercedes. Los edificios a intervenir han sido adaptados a sus nuevos usos y necesidades, ejecutándose trabajos de ampliación, refacción y refuncionalización, fundamentando las decisiones de intervención en los 80 años de vida del edificio existente y a su impronta histórica cultural, grabada en el inconsciente colectivo de la población de la ciudad.
Se pretende mostrar claramente los componentes de la arquitectura existente y que pertenecen al Molino original y elementos de la nueva arquitectura en un plano formal armónico que garantiza la coexistencia de objetos diversos. La presencia del espacio exterior como manifestación urbana de un conjunto arquitectónico que fomenta el desarrollo cultural de la sociedad y se ofrece generoso en espacios abiertos y de uso público, tanto como la presencia de nueva infraestructura generada para dar respuestas concretas a las necesidades de carácter recreativo de esta ciudad.
El programa propuesto plantea la inter relación de múltiples actividades de distinta índole: culturales, recreativas, sociales, intelectuales, tanto diurnas como nocturnas, lo que genera flujos de usuarios igualmente diferenciados, otorgándole vida propia a este punto específico de la ciudad que hasta hace pocos años, estaba abandonado, usurpado y que históricamente hubiere sido restringido a los habitantes de la comunidad quienes solo podían verlo a cierta distancia.
LOS SILOS
El Molino contaba con doce silos divididos en dos grupos de apareados de a seis. Por expreso pedido del Gobierno de la provincia este conjunto fue readaptado para transformarse en un polo recreativo compuesto por cuatro cantinas que se desarrollan en la planta baja y los sub suelos. De esta forma fuimos uniendo las bases circulares de estas estructuras de a dos y de a tres, para así constituir las superficies de cada uno de estos locales, cuya altura interior son los más de 18 metros de los que se componen. Las paredes de estos cilindros también fueron perforadas a partir de una trama irregular de círculos de distintos diámetros, por los que se filtran los rayos solares de tal manera que estos silos se transforman en grandes “caleidoscopios” que le infieran gran dinamismo a los espacios interiores. Puentes y estructuras metálicas surcan los vacíos de estos silos y descienden hasta los subsuelos y al mismo tiempo comunican por un lado, el interior de las cantinas con el núcleo de sanitarios y las cocinas, que se asientan sobre un volumen que, a modo de columna de ferrocarril se encuentra estacionado sobre las vías existentes en la parte de atrás e estos silos. Hacia el frente, todos estos espacios gastronómicos se comunican con un sector denominado el “patio cervecero”. El espíritu cultural canalizado en la música y que por años ha caracterizado a la Calle Angosta, tiene ahora su nuevo espacio habitable, en un edificio que es tan trascendente como esta calle en sí misma, ya que la compone desde sus orígenes.
Funcionalmente, el Centro de Convenciones, las salas de cines y el sector gastronómico, los espacios cerrados y abiertos, públicos y privados, los grandes sectores de carácter urbano y los micro espacios contenidos, las actividades inminentemente diurnas y otras tantas nocturnas, son alojadas en un mismo espacio físico que es parte de la historia misma de la ciudad toda, pero que recién ahora abrirá sus puertas al común de la población, síntesis sensible y a la vez física de toda la intervención, respetando su valor histórico, pero modificando sustancialmente su uso, zonificación y diseño interior. El sistema de recorridos es uno de los puntos fundamentales de la estrategia, así como la clara y respetuosa diferenciación entre lo nuevo y lo viejo.
La estrategia de diseño planteada para los interiores de cada edificio, magnifica y enfatiza la situación escenográfica de los mismos, combinando la utilización de elementos de última generación con materiales propios pero que, al ser explotados hasta sus límites cualitativos, sorprenden en el resultado final, como es el caso del mármol ónix, autóctono por naturaleza y generalmente conocido en pequeñas realizaciones, aquí materializando un prisma de “luz verde” a escala arquitectónica. La obra ha sido materializada en más de un %90 con materiales propios del mercado local, robustos por naturaleza y que pronostican larga vida a un bajo mantenimiento, de la misma forma que el diseño se nutre de las virtudes bioclimáticas de este tipo de edificios propios de la primera mitad del siglo pasado.
Generamos una propuesta arquitectónica que fundamenta su existencia y morfología en un concreto compromiso de diseño arraigado en la problemática urbanística y social de una ciudad que se está formando a partir de este tipo de intervenciones, por lo general surgidas a partir de decisiones gubernamentales.