BAQ2018 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
SELECCIONADO INTERNACIONAL BAQ2018 |
URUGUAY |
PAEPU / ANEP ARQ. CARMELA GRAÑA |
“Mi escuela tiene algo de casa (….), tiene algo de plaza” (*)
….rezan los versos interpretados a voz en cuello por toda la comunidad en la inauguración de la reforma y ampliación de la escuela de tiempo completo de la localidad de cebollatí.
Situada sobre el río Cebollatí, a más de 50 km de la ciudad más próxima, esta localidad con poco más de 1500 habitantes es conocida como la “capital del arroz”. La cosecha del cereal ocupa gran parte de su población activa, con la característica de ser una actividad zafral, lo que conlleva fragilidad económica.
La escuela de tiempo completo, con un proyecto pedagógico que tiene como objetivo la educación integral, innovadora, inclusiva y democrática, tiene un rol que excede la formación de los alumnos desde el punto de vista académico.
Ubicada en un predio frentista a la plaza es una pieza clave del entramado social, hecho que se manifiesta en múltiples actividades organizadas en el centro educativo, paliando la inexistencia de equipamientos urbanos creados con este fin.
El edificio original data de 1911; consta de cuatro aulas y vivienda para el director. A efectos de adecuarlo a las exigencias locativas que fueron surgiendo, tuvo varias adiciones que, en el momento de nuestra intervención, se encontraban en mal estado de conservación. Por esta razón se toma la decisión de demolerlas, manteniendo únicamente el edificio original y el volumen que aloja el comedor y servicios anexos.
Generando un patio protegido entre las construcciones y abierto hacia el nuevo acceso a la escuela, se implantan cuatro aulas nuevas y baterías de servicios higiénicos para alumnos, incorporando una galería abierta que opera como conector entre los volúmenes, tanto físico como formal.
El acceso al predio se retranquea generando una plaza; allí se da la espera, el encuentro de quienes concurren con sus ceibalitas (**) a hacer uso del wifi de la escuela.
Las aulas alojadas en el bloque antiguo se abren al patio en aberturas integradas al diseño de muebles que buscan aportar color y recuperar la escala del niño, procurando mediante la permeabilidad visual una mayor integración entre ambientes interiores y exteriores, e incrementar la iluminación y ventilación naturales. Dos de estas aulas se acondicionan para alojar grupos de preescolares, adicionándose un baño de uso exclusivo que se materializa como un volumen adosado revestido en piedra laja. Estos volúmenes se repiten adosados a las otras dos aulas y con acceso desde el patio, generando un ritmo que acompaña el de las chimeneas de las estufas a leña. Los espacios que constituían la vivienda del director se reorganizan y tienen nuevos usos.
La ampliación, si bien toma distancia de la formalización típica de la construcción rural con cubierta liviana a dos aguas respetada en el edificio original, dialoga con las preexistencias presentando muros de mampostería revocados en las aulas y revestidos con piedra laja en los servicios higiénicos. El diedro conformado por la cubierta y el cerramiento al oeste procura reafirmar la condición del espacio interior como refugio.
(*) – canción “mi escuela” de los 8 de momo
(**) –computadoras portátiles que la escuela pública uruguaya entrega a todos sus alumnos