CASA TINJACA

Ubicada en un paraje mágico, entre dos quebradas y bosques de robles. Se toma como punto de partida, ejemplos de la arquitectura campesina de la zona, para buscar elementos que la hagan única e integrada, es así, como se identifican constantes como: largos muros de adobe, pequeñas ventanas cuadradas, pisos en maderas rústicas sin pulir o en tablones de arcilla, cubiertas en teja de barro, grandes aleros de protección de la fachada, estructuras de cubierta en madera rolliza y zonas abiertas pero cubiertas (porche) hacia adelante. Igualmente se identifica como una constante construcciones cerradas hacia la zona de acceso y muy abiertas en la parte posterior. Los arquitectos se ponen a la tarea de investigar las construcciones con materiales de tierra y llegan adobes de tierra compactada, hechos en situ con una máquina cinva ram.

Se plantea una casa muy cerrada hacia el acceso, al que se llega a través de un patio de proporción rectangular, que tiene una zona verde central y corredores cubiertos por los aleros alrededor. Los muros de la casa que cierran el patio son bastante altos, y cuentan solo con pequeñas ventanas cuadradas que llenan de misterio el acceso al interior y el encuentro con la espectacular panorámica del valle. Se acaba de cerrar el patio con un muro contraste, único elemento exterior que se pañeta, y se pinta en color fuerte, con aperturas también cuadradas y asimétricas que llena de vida y misterio el lugar.

Para la solución de la cubierta, desde un principio se tuvo claro que se trabajaría una estructura en madera rolliza, como la mayoría de estas casas campesinas, pero se analizaron varias opciones para el diseño final de la cercha, con el ánimo de lograr mayor riqueza espacial hacia el interior. Se optó por una solución de cercha en tijera, que planteó varios retos para la construcción, pero que finalmente logró el cometido de enriquecer la calidad espacial del interior.