BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
COLOMBIA |
Autor: Leonardo Álvaro Yépez. |
El edificio se emplaza estratégicamente en el Campus de la Universidad dentro de un complejo entorno de alto valor histórico, caracterizado por el trazado urbano definido por Leopoldo Rother y la presencia cercana de tres edificios de máximo nivel de conservación: La facultad de Ciencias Políticas y Derecho, la facultad de Ciencias Sociales, y el conjunto de edificios de Medicina Veterinaria proyectados por los arquitectos Alberto Wills Ferro, Reinaldo Valencia, Lange y Ernst Blumenthal respectivamente.
Las intervenciones sobre el espacio Urbano de la Universidad se debaten entre la conservación de los valores del trazado y sus conjuntos patrimoniales, y la creciente necesidad de ampliar y actualizar la infraestructura que sugiere valorar lo existente pero caracterizar y construir el presente.
Levantar el edificio de la superficie del suelo y disponer la menor cantidad de elementos estructurales permite un máximo de relaciones visuales y atiende a las conexiones urbanas del campus. Esta condición se acentúa al inclinar la losa del segundo piso, desligando el edificio aun mas de la relación horizontal del suelo.
El plano inclinado permite comprimir el espacio de acceso cuando se aproxima al edificio, abrir la percepción visual hacia el paisaje desde el interior, ubicar los auditorios y salones de clases magistrales y terrazas.
Al descender a través de la gran escalera se puede tener libre acceso e iniciar un recorrido longitudinal tensionado por la ubicación estratégica de las escaleras y visuales hacia el paisaje cercano y lejano, mientras se asciende hacia la cubierta en donde tres patios abiertos al paisaje sobre una de sus caras constituye un ambiente austero y pasivo animado por la gran presencia del paisaje natural de la los cerros orientales de la ciudad.
Las condiciones de Luz y el confort ambiental se complementan con la disposición de quiebrasoles verticales en las dos fachadas longitudinales que controlan el impacto de los rayos del sol.
La utilización del concreto ocre como superficie de muros y cielo rasos, además de ser de máxima duración y calidad fortalece la conciencia de la construcción artesanal de la arquitectura y mantiene vigentes las técnicas tradicionales de construcción, la disposición de un sistema de juntas en los tableros evidencia aún mas la presencia de la formaleta como huella en el vaciado del concreto, los encofrados y los revestimientos de las formaletas de acabado dejan impresos en el concreto las texturas de las maderas mientras los despieces dejan la impronta del rigor y control de la confección fragmentada, y de las manos artesanales que participaron en su factura, el concreto ocre se utilizó únicamente en las superficies de acabado y elementos estructurales a la vista para garantizar el control del costo de la obra.
Los elementos estructurales participan activamente en la configuración espacial, por lo tanto su distribución y disposición se desarrolló cuidadosa y coordinadamente con el ingeniero calculista y el planteamiento estructural implicó grandes retos tanto al diseño como a la obra, la disposición de grandes voladizos y la configuración irregular de las pantallas principales son testimonios de estos desafíos técnicos.