BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
ECUADOR |
Autor: Juan Marcelo Carrión Urgilés. Colaboradores: Byron Vicente Villacis Berrezuela, Ximena Anabel Sarmiento Sámchez, Pedro José Álvarez Moscoso. |
La Casa del Bosque se encuentra ubicada en el sector de San Joaquín, en la ciudad de Cuenca, se trata de un lugar aislado de la urbe, que se encuentra rodeado por un frondoso bosque de eucalipto. El proyecto se emplaza de un terreno complejo por su pendiente, pero al mismo tiempo privilegiado por su ubicación alta que permite el acceso visual hacia el río Yanuncay.
Se destaca el estrecho vínculo que plantea la obra con la naturaleza, a pesar de su carácter abstracto establece potentes relaciones con el entorno natural. La posición desde lugar alto permite tener el control del contexto circundante, generando un mirador hacia el río y el bosque, con la clara intención de estructurar los espacios habitables para abrir la vivienda hacia el exterior.
La planta es simple, se compone del pabellón rectangular, en el cual el criterio básico es definir en tres zonas todo el espacio las cuales son: el área privada, el área social y el área de servicio, se debe destacar el eje de circulación transversal que ordena y permite crear delicados umbrales entre los diferentes espacios que componen la casa, con el objetivo de eliminar los límites en el interior y con el exterior. El espacio de porche es un espacio de extrema versatilidad, porque al contar con dos puertas corredizas permite la transformación del espacio según la necesidad del usuario para aprovechar el ingreso de iluminación y calor a la casa.
La solución del proyecto se la realiza en base a un volumen compacto, todo el pabellón se encuentra elevado del nivel de suelo para poder dar una respuesta adecuada al desnivel del terreno y poder desarrollar la planta en un solo nivel, con esta operación se obtienen tres diferentes planos, en el que el muro de piedra natural hace la función de elemento de transición entre el nivel piso de la vivienda y el nivel del terreno para producir un contacto delicado con el suelo.
La estructura no se trata solo de una retícula ortogonal de soportes y vigas que se construyen en primera instancia, sino que el orden se acopla a este entramado de alineaciones y directrices, que organizan, ordenan y configuran el espacio, este recurso permite controlar la construcción de las fachadas, al colocar los paneles sólidos y translúcidos en el lugar que se los necesite para una composición formal sobria y elegante de las mismas. Todo esto tiene por finalidad que la técnica trascienda de nivel para generar orden y precisión en la construcción espacial y formal de la edificación.
Para buscar una relación material armónica se emplean cuatro materiales que son: acero, vidrio, piedra y madera. Se busca que el acero cumpla la función de articular el encuentro con diferentes materiales, evitando soluciones parciales y proveyendo una solución universal a toda la estructura. Cabe destacar la elegancia que brinda el uso del acero y vidrio contrasta con calidez que proporciona la piedra y madera, creando profundo y fuerte vínculo entre la obra y la naturaleza.