CASA DE INVIERNO

Una casa de invierno para plantas y personas, para ver el jardín y el cielo nocturno desde la protección del clima. Complementa una casa de campo, acomodando el crecimiento de la familia con una estancia y un espacio especial de cultivo y disfrute de plantas de otros climas. El edificio, transparente y ligero se organiza en 5 crujías de cristal que se elevan en el paisaje y se completa con espacios de servicio en dos volúmenes de piedra.

En medio de un jardín trabajado, cuidado y consolidado, con árboles muy desarrollados, entre los que destacan 5 Sequoias (el árbol más grande del mundo), se construyó una estructura de acero, cristal y piedra utilizando una cancha de tenis como cimentación. El espacio de la cancha, olvidada por años fue transformándose de manera natural en un vacío resguardado entre la vegetación cada vez más determinada del jardín, hasta convertirse en el lugar desde el cual se podía observar desde dentro. El proyecto potencia esta posibilidad de introspección al jardín desde la transparencia y la idea de la vitrina, por la noche se vuelve observatorio de estrellas. Lo cristalino se vuelve juego doble al ofrecer la vista y desatar el reflejo. La referencia esta en las casas de vidrio de los jardines ingleses y el viejo invernadero de los experimentos de Charles Darwin, o en las crujías aserradas en instalaciones técnicas de la arquitectura industrial.