BAQ2018 |
TEORÍA, HISTORIA Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA, URBANISMO Y EL PAISAJE |
COLOMBIA |
AUTORES: Maarten Goossens, Íngrid Quitana Guerrero |
El libro se deriva de los resultados de la tesis doctoral “Filhos da Rue de Sèvres: os colaboradores latino-americanos de Le Corbusier em Paris”, defendida en la Universidad de São Paulo en 2016. Su publicación y traducción al inglés (Children of Rue de Sèvres: Latin American collaborators of Le Corbusier in Paris) es fruto del apoyo del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes y del reconocimiento de esta investigación con el “Prix de la Recherche Patiente 2016” de la Fondation Le Corbusier (París). En él se propone un relato alternativo sobre la producción del taller parisino de Le Corbusier -una de las primeras oficinas de arquitectura de carácter global y una de las más influyentes a lo largo del siglo XX-, desde la acción de los 21 colaboradores latinoamericanos que trabajaron allí entre 1932 y 1965. A la manera de una novela, la autora organiza su narración cronológicamente a través de life stories, apoyada en una aguda revisión de la historiografía regional y lecorbusieriana que se complementa con el vasto y riguroso examen de fuentes como planos, cartas y cuadernos de croquis recuperados en archivos de diez países, en dos continentes diferentes.
Dividida en tres capítulos, la publicación aborda el universo cultural en torno al período de formación de esos colaboradores (algunos de ellos apenas con estatus de practicantes) a lo largo de casi tres décadas, las dinámicas cotidianas y metodologías de trabajo adoptadas en el atelier, así como la contribución específica de estos jóvenes arquitectos, quienes se instalaron en el taller lecorbusieriano en tres momentos: el de los “años heroicos” (inicio de la oficina en sociedad con el ingeniero Pierre Jeanneret, hacia 1919), prolongado hasta la ocupación nazi de París y el exilio de los primos Jeanneret al sur de Francia (1940); el del “Grand Atelier”, inaugurado con el encargo de la Unidad de Habitación de Marsella (cuando el taller llegó a contar con más de cien asalariados) y clausurado con el encargo de Chandigarh (1950); y el período denominado por el propio arquitecto como la Etapa 72, que alude a su edad en 1959. Fue entonces cuando dio inicio a una etapa más introspectiva de su “búsqueda paciente”, comenzada con la drástica reducción del tamaño del taller en número de encargos y empleados, y que culminó con el fallecimiento del maestro, en agosto de 1965.
Además de poner en evidencia las redes invisibles establecidas por estos colaboradores provenientes de países como Colombia (Salmona, Samper, Valencia, Peña), Chile (Jullian, Duhart, Dávila, Matta), Uruguay (Gómez Gavazzo, Serralta, Clémot), el libro deshace mitos en torno a supuestos discípulos, visibiliza nombres menos conocidos en la historiografía local (Roberto Wakeham de Perú, Efraín Pérez Chanis de Puerto Rico, Augusto Tobito de Venezuela) y, sobre todo, sienta las bases para futuros estudios sobre la influencia y contrainfluencia lecorbusieriana en América Latina, con información gráfica inédita firmada por los propios colaboradores.