BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
Perú |
AUTORES: Andrea Jimenez Bonifaz, STUDIO MD27, Rodrigo Escardo Cuglievan, Luciana Cuneo Campodonico, Luis Pedro Diaz de Ravago.
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Ubicado en una zona urbana de perfil residencial-comercial. El proyecto Mo-Bistro se emplaza en el cruce de una avenida arbolada de alto transito (Av. Angamos) y una pequeña calle de arquitectura residencial (Ca. Chamberi). El cambio de uso del proyecto, que transforma una antigua vivienda en un Restaurante de Autor; busca generar -en todo momento- una conversación con el entorno, guardando la escala urbana y el espíritu de barrio.
La importancia del “Desierto y Costa Peruana”, son el símbolo e identidad gastronómica del Chef. La arquitectura busca evocar las cualidades encontradas en un ecosistema como el Desierto, el cual se constituye principalmente por –Extremos–.
Los elementos arquitectónicos se bañan de esta esencia de opuestos y exaltan los contrastes a través del planteamiento espacial del proyecto. A su vez se incorporan características propias de la austeridad desértica haciendo uso de materiales de características terrosas y gran porosidad junto a un paisajismo austero y árido.
El planteamiento arquitectónico busca generar un recorrido a través de los distintos climas del desierto:
Se utiliza la ideología de –extremos- para el planteamiento de las fachadas y la adecuada relación con el entorno. La fachada principal se proyecta como una gran abertura hacia la avenida, captando la mayor incidencia de luz natural (Norte -Oeste) a través de amplios ventanales. Por el contrario, la fachada lateral, busca armonizar con el entorno residencial a la vez que se protegerse de los vientos (Sur-Este) planteando un volumen donde predomina la masa sobre el vacío; sostenido por un basamento, trabajado en materiales áridos (adobe, cemento y madera).Las terrazas que rodean al proyecto se trabajan como explanadas austeras de pisos de gravilla (piedra picada) y baldosas de cemento, junto a un paisajismo de vegetación xerófila.
La cocina se plantea abierta en toda su extensión, con el objetivo de hacer participe al usuario de todo el proceso culinario. El comedor principal se plantea en dos niveles, conectados a través de una doble altura cuyo elemento principal es un gran muro de adobe, del cual descuelgan “Bromelias del Desierto” (Planta del desierto peruano que se riega por la humedad ambiental).
Los materiales utilizados en el espacio interior (madera, piedra, adobe, concreto), fueron trabajados con distintos artesanos de la costa, rescatando las mejores cualidades de los mismos.
Finalmente en el corazón del proyecto se encuentra la circulación vertical. Un pequeño patio con un árbol central, alrededor del cual se plantea la escalera que articula todo el proyecto. Un gran tragaluz, baña el núcleo del proyecto de luz natural, a la vez que se inserta un punto visual de vegetación que nos hace sentir que que el recorrido por el desierto está llegando a su fin. Una estación de Deli o Market, se plantea anexa, la cual se comunica con la fachada lateral, recordándonos el espíritu de barrio y de las bodegas de esquina tan típicas de una Lima desértica.