BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
Perú |
AUTORES: Edward Chuquimia Payalich, Arq. Magaly Ramos Flores, Bach. Arq. Luis Carlos Pichón Ponce, Est. Arq. Elizabeth Vanessa Chuquimia Gutiérrez.
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El proyecto tiene por objeto revisar el desarrollo de las labores de los arquitectos relacionadas al pensamiento y proyección de la vivienda colectiva, homologándola a las concepciones de: casa = vivienda, vivienda = morada (hogar), por tanto casa = departamento, y casa + casa + casa = vivienda colectiva.
El multifamiliar I 12, ubicado, en un lote en esquina, está en una cooperativa de vivienda social, en Camana, Arequipa-Perú. Fue concebido desde una reflexión que identifica las carencias teórico-filosóficas en la producción de la vivienda colectiva contemporánea orientada a las clases medias, con limitaciones económicas. El proyecto desde el humanismo, revisa 02 ensayos: “Pensar construir habitar” y “El hombre habita poéticamente”, de M. Heidegger, confrontando ello al contexto global actual, en el marco de procesos de producción desde economías neoliberales, centradas en la mercantilización y la plusvalía. Planteamientos que copian estereotipos alumbrados hace más de un siglo, en el proyecto domestico de la modernidad, con el lema: “la casa como máquina de habitar”, que nos llevó a la pérdida de la concepción de la vivienda y la vivienda colectiva, como hogar, un lugar para la experiencia de “ser-en-el-mundo”; o lugar del acontecimiento espiritual.
Sobre la base de estas reflexiones se diseña este multifamiliar de planta y tipologías con “estandarización modular relativizada” y con leves variantes clave que aportan sobre la poética. El proyecto se organiza sobre tres espacios-atmosferas:
- Venustas-utilitas, los corredores de los departamentos, deben subvertir su condición funcionalista, para constituirse como lugares de profunda densidad escultórica, háptica y lumínica. Aquí el color es una vibración una atmosfera que tiñe el espacio, como efecto dionisiaco, que capta los sentidos, arrebata y hechiza desde la luz, “aquí el Ser de la luz dio a luz al color; -le dio su ser-” para exaltar hasta el vértigo la embriaguez –por el Hombre- el Dasein, que contempla en la luz su propia interioridad -su mundo interno-. El tercer elemento aquí son los vanos cenitales, que permiten: un contemplar, que nace de una imagen visible para dar soporte al pensamiento invisible.
- El agua, pozas en los departamentos, ahondan en la temática del Ser, quieren encontrar en él -lo primitivo y lo eterno-, el agua transmuta su imagen material y formal como fuente de vida desde los elementos presocráticos, el agua como fuente espiritual que viaja hacia la finitud del ser -la muerte- y le regala el universo fenomenológico de la vida contemplativa.
- Patios y claustros, son la eternidad, como tal son espacios desanclados del tiempo y el lugar. En consecuencia el Ser de: claustros y patios, es aquel, del espacio del tiempo sin tiempo, donde la cualidad de su atmosfera se llama tiempo imperecedero o eternidad. Los patios son cajas abiertas al cielo para contemplar el universo y lo trascendental.
Todo ello, sedimentado en un edificio, de bajo presupuesto, impronta y fachada austera, que aloja tres hogares con función esencial educadora. Es decir que al adentrarnos en ellos, nos transforma espiritualmente, y nos prepara para hacernos habitantes del mundo, en contrasentido a las sociedades del hiperconsumo, la hipersimulación –ficcionar la existencia desde el lujo ostentatorio, y el narcicismo hedonista –que tiene como única cultura el -Yo-.