PREMIO PANAMERICANO | EQUIPAMIENTO
Autor/es:
Mario Biselli, Artur Katchborian
El Aeropuerto Internacional de Florianópolis fue privatizado en 2017. Las exigencias del operador actual llevaron a la concepción de una terminal con dos niveles operativos (embarque y desembarque) y diez puentes de embarque. Esta estructura, totalmente nueva, se implantó en el lado opuesto de la pista principal -en un territorio sin ocupación anterior- para permitir que la terminal existente fuera desactivada. Para hacer factible su implantación, en la parte denominada terrestre, se diseñaron nuevos accesos desde la ciudad y nuevas zonas de aparcamiento. En la zona de operaciones, se construyeron nuevas pistas de rodaje y un nuevo patio de aeronaves.
El programa de la nueva terminal se organizó entonces en dos bloques que componen una «T». El procesador alberga las zonas administrativas y los salones de llegadas y salidas, este último con una generosa altura libre, sin la intervención de pilares y con una pared revestida de freijó inclinado para permitir el paso de las tuberías de aire acondicionado. La gran cubierta de estructura metálica y diseño inspirado en la geometría aeronáutica da singularidad a este bloque, además, a través de aberturas cenitales concebidas a partir de sustracciones y pliegues en la planta, permitiendo la entrada de luz natural. Sus aberturas se colocaron estratégicamente sobre los mostradores de check-in y sobre el jardín con especies vegetales nativas. El jardín media entre el bordillo del embarque -protegido de la intemperie por el tejado en voladizo de 17,5 m- y el interior del procesador. Un gran plano de vidrio atraviesa esta vegetación y permite que el paisaje catarinense entre en la terminal.
El conector alberga las salas de embarque y las cintas transportadoras de equipaje. El bloque es un prisma rectangular alargado cubierto de láminas metálicas onduladas. Los diez puentes de tablas dan ritmo a su fachada predominantemente horizontal. Los planos acristalados que dan a la pista permiten a los pasajeros ver los aterrizajes y despegues protegidos del sol por un alero que se extiende hacia el patio de aviones.
