PREMIO PANAMERICANO | EQUIPAMIENTO
Autor/es:
Marc-etienne Lebeau, Walter Leone, Fernando Prieto, Esteban Rojas
Colaboradores:
Tania Solís
Akka Healing and Movement Centre es un proyecto de uso mixto comercial y hotelero, pero con alma social porque viene a llenar el vacío de Ojochal en lo que se refiere a espacios comunitarios y de ocio. Encuadrado en un entorno rural de vegetación exuberante, al abrigo de una colina, a la orilla del río Balso, el puente nos recibe, y nos introduce en el lugar. Lugar no sólo como un recinto, sino como espacio emocional y de experiencia.
El proyecto busca ser sostenible desde el diseño, tratando de respetar el mayor número de árboles posible, y siendo por tanto la propuesta la que acomoda su posición. Sostenible en el uso de materiales renovables con predominio y protagonismo de madera y bambú. Sostenible en la recuperación de agua pluvial para inodoros, pilas y riego del jardín, así como por el sistema mejorado de tratamiento de aguas residuales, del cual se recupera agua para riego por goteo de la huerta de permacultura y plantas medicinales.
La intervención se compone de varios edificios dispersos en el paisaje a modo de células conectadas por caminos serpenteantes, que irán conduciéndonos desde el aparcamiento y recepción hasta el hotel y cabinas en la cima de la colina, pasando por la sala de terapias alternativas y la plataforma multiusos, que es la pieza principal y protagónica del conjunto. Además del aspecto funcional, el nivel de privacidad de la secuencia va aumentando según se asciende, de modo que la zona pública y servicios quedan abajo, la plataforma para yoga, talleres, etc. se ubica en un nivel superior, más íntimo, y por último el área más privada de cabinas, en el sector más elevado.
Por otra parte, no se podía perder de vista la esencia del proyecto: se trata de un centro de retiro espiritual, para la práctica de yoga, terapias de masaje, para desconectar de la vida urbana… Se pretende que cada edificio transmita paz, armonía, recogimiento, que se abra e integre en el paisaje. La recepción con la secuencia de pórticos de madera que nos recibe a modo de puerta de entrada, la proporción áurea en las dimensiones de la plataforma de yoga, y la metáfora de las cuatro columnas que se funden con la cubierta, en forma de pirámides invertidas, imitando a los árboles… Una cubierta que flota encima de nuestras cabezas, no sólo como techo que nos cobija, sino como objeto escultórico que busca ofrecer sensación de acogimiento, de balance, que al igual que piedras apiladas en equilibrio, nos transmite estabilidad, reposo, quietud, asiento.
