BAQ 2014 | |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO | |
COLOMBIA | |
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El Auditorio de la Compañía de María – Colegio La Enseñanza – Medellín nace del reconocimiento del lugar de implantación, de sus diferencias de niveles y de las actividades que se realizan en él, buscando generar el menor impacto posible sobre la arborización y las infraestructuras deportivas existentes. En su interior, los límites del proyecto están dados por el paisaje cercano, las circulaciones comunes van acompañadas del dosel de los árboles, así como también en el interior del auditorio, el vínculo es constante con la vegetación exterior. El proyecto va más allá de la idea de un auditorio tradicional, cruzando variables ambientales, culturales y pedagógicas, que sirvan de apoyo al proyecto educativo de la institución.
En su parte baja se conservan las placas deportivas que sirven para el uso recreacional de las alumnas del colegio en sus jornadas educativas, y en días de eventos, esta zona sirve para el uso de parqueaderos. El segundo nivel se integra al acceso actual de entrada y salida del colegio, uniendo el auditorio con una rampa liviana que conecta con el lobby abierto y las zonas de servicio. Desde el lobby, se puede contemplar parte de la ciudad, la vegetación del entorno, el nivel inferior de las canchas, y el corredor de acceso al auditorio. Luego, ya al interior del auditorio con capacidad para 800 personas, nos damos cuenta que a medida que vamos ingresando estamos cada vez más afuera, esto debido al gran ventanal que acompaña el espacio interior, que permite la conexión visual nuevamente con la arborización externa, complementando y acompañando los eventos en forma controlada.
Formalmente el proyecto busca fundirse con su entorno, los grandes ventanales reflejan la vegetación y sus columnas en “V” y “W” hacen analogía con los tallos de los árboles existentes, de esta forma, más que una pieza singular que se destaca, el proyecto busca mimetizarse con el dosel y flotar sobre lo existente, generando un impacto visual mínimo desde el exterior y desde el interior, se conecta visualmente con el paisaje lejano y cercano, y el estar adentro es sentirse en parte afuera.
En su materialidad predomina el concreto, el vidrio, el metal y la madera, con el primero se desarrolla una estructura sólida y expuesta que permite ver claramente la elevación del edificio; el vidrio y metal, para establecer una relación visual con el entorno, y finalmente la madera que brinda calidez al espacio interior y que responde a las exigencias acústicas de un espacio para eventos.
Este proyecto diseñado por OPUS + MEJÍA, bajo la dirección de los arquitectos Edgar Mejía, Manuel Jaen Posada, Carlos Andrés Betancur y Carlos David Montoya, fue otorgado tras la realización de un concurso privado que fue organizado por la institución educativa con el objetivo de contar con un espacio para eventos culturales y educativos, así como también, para ofrecerlo a la comunidad en general, como complemento a servicios externos a empresas y organizaciones del sector y la ciudad.