CASA A-BR

Convertir los sueños de una joven pareja y sus dos hijas radicados en la Ciudad de México por cuestiones de trabajo y originarios de Paraíso,  una ciudad localizada en el Golfo de México, planearon un espacio integral donde vivir y compartir con sus familiares y amigos sus cortas estancias en su tierra de origen durante sus tiempos libres, nos llevó a diseñar un concepto arquitectónico bajo la premisa de recrear una atmósfera de convivencia guardando un equilibrio entre los espacios íntimos y de visitantes.

El terreno con dimensiones de 20 x18, metros, se localiza en el conjunto de una zona residencial en las inmediaciones de la ciudad de Paraíso con una colindancia de dos predios de un total de 20 residencias.

Por las características climáticas de la zona costera donde la temperatura oscila en 32 grados promedio, el proyecto privilegió la orientación del sol y del viento, de manera que se dividió la casa en dos módulos colocándolos en escuadra, buscando proteger la casa de los asoleamientos de la fachada sur y la colindancia poniente, de forma de poder dejar el mayor espacio posible hacia el norte de donde provienen las rachas marinas.

Hacia el interior y de forma colegiada decidimos proyectar la distribución espacial de la casa bajo un equilibrio de cada uno de sus componentes que integraron privacidad, seguridad y esparcimiento.

Para el desarrollo de este concepto y con el objetivo de cumplir con un amplio programa arquitectónico, planteamos el ubicar que las áreas que no requerían contacto directo con los espacios abiertos, se integrarán bajo un sótano a medio nivel, que permitió mayores espacios libres, los cuales fueron sala de televisión, bodega, baños para visitas, cava, séptico, y bar de servicio para la alberca.

En el primer nivel,  quedo el punto de acceso y de reunión donde convergen e interactúan visitantes y la familia anfitriona incluyendo el estudio donde por necesidades de trabajo es una área para recibir o trabajar, así como también el gimnasio, cochera y alberca.

A medio nivel, sobre el sótano, se proyectó el asoleadero, bar y sala, estos tres elementos, integrados por un sistema de ventanas corredizas que permiten una privacidad o integrar en un espacio tripartita.

En el nivel superior, se ubicaron tres espacios habitacionales para dos hijas y la recámara principal en un módulo y en el otro la cocina y el comedor, los cuales se comunican diagonalmente por un puente que permite visualizar todo el conjunto de las áreas de esparcimiento.

Hacia el interior se diseñó un sistema de comunicación vertical,que baja desde la cocina en el nivel superior, hasta el sótano y desde la cochera hacia las recámaras, comunicando a su paso con el módulo donde se ubica la sala.

Finalmente, para cerrar el proyecto y por necesidades de mantenimiento se diseñó un sistema de automatización inteligente que controla y visualiza en tiempo real desde cualquier rincón del mundo toda la residencia, desde la música, bombas de alberca, luces, monitores de seguridad, etc.