BAQ 2018 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
ECUADOR |
AUTORES: Arq. Diego Proaño, Arq. Andrea Narváez, Arq. Pedro Vásquez, Arq. Juan Sebastián Vintimilla, Arq. Santiago Vanegas, Arq. Pedro Samaniego, Arq. Cristian Sotomayor, Arq. Alfredo Ordoñez |
EL SITIO
La Casa de Servicio a la Sociedad de la Universidad del Azuay -UDA- está ubicada en el Centro Histórico de Cuenca sobre la avenida Solano, en la zona de El Ejido. Tras una exitosa gestión del Rector de la Universidad, Ingeniero Francisco Salgado, se adquiere y vincula dos viviendas patrimoniales. Por su cercanía al Barranco y a equipamientos urbanos importantes como el Colegio Benigno Malo y el Centro de Estudios de la Alianza Francesa, este espacio es ideal para que se genere un amplio programa de actividades académicas que la relacionan con la comunidad cuencana.
EL ENCARGO
Las autoridades universitarias solicitan generar un nuevo programa para el uso de oficinas en las edificaciones adquiridas: A) la Casa Pérez y B) la Casa Serrano. Luego de estudiar y comprender su valor patrimonial, se opta por una restauración y rehabilitación completa de la casa (A) y se procede con el reciclaje de la casa (B). Por otro lado, la concepción de este equipamiento universitario como un centro que brinda servicios a la comunidad cuencana, orienta la intervención para abrirla como un espacio público de impacto urbano positivo para el sector.
UN PROYECTO ABIERTO A LA COMUNIDAD
En el primer caso, la casa Pérez, se evidencia que se habían realizado un sin número de adiciones que degradaban su valor como una construcción patrimonial. La intervención contempló entonces la remoción de las adiciones internas y externas con el fin de recuperar su configuración y estructura original. En la Casa Serrano, se recicla la estructura original y se mantiene su tipología formal pues éste es el elemento que da valor arquitectónico a la vivienda que había sufrido un marcado deterioro con el paso del tiempo.
Como complemento, en los retiros despejados de las casas emerge una plaza como un elemento integrador y centro de actividades. Este espacio, considerado el corazón del proyecto, conecta dos calles y se convierte en paso obligado de los vecinos. Desde aquí, se tiene el acceso principal a las dos casas en las que coincide la ubicación de las circulaciones verticales. El programa se completa con jardines y fuentes que se integran con el paisaje de la avenida Solano. Se recuperan además una serie de terrazas que, distribuidas entre las diferentes plantas y oficinas, brindan espacios públicos y privados de ocio y contemplación del proyecto así como del paisaje histórico.
RENOVANDO EL PATRIMONIO
El proceso de restauración y reciclaje buscó recuperar los sistemas constructivos presentes en las viviendas, y donde fue posible, se los dejó en evidencia jerarquizando los espacios que los contenían. Piedra, ladrillo, carrizo destacan en los espacios de trabajo y atención al público. Las zonas que habían sido agredidas previamente, se pusieron nuevamente en valor con la incorporación de elementos contemporáneos que, resueltos con madera maciza al natural, aportaron a renovar y generar un nuevo patrimonio.
Finalmente, el blanco es el color que marca la imagen del conjunto, mismo que se cierra con una singular teja verde que es única de contadas edificaciones del sector.