BAQ 2014 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
CHILE |
CRISTIÁN BERRÍOS |
Definir la ubicación de la casa dentro del sitio fue la primera pregunta de esta obra; una vez fijado el lugar (que habla de una ubicación en dos dimensiones) se estudió la altura sobre el suelo natural que el piso interior debería tener. Esta tercera medida marcó el nuevo requisito para la futura casa: permitir que una vez sentados, a la altura del ojo, la pendiente del cerro desapareciera, y así la orilla del lago se recortara sobre el zócalo de la vivienda.
Un acceso en el centro de la casa hace de torque de las circulaciones entre los recintos individuales y los sociales; un pasillo estrecho y de penumbra que conduce a los dormitorios, se transforma en un pasillo dilatado entre pilares y los ventanales que se asoman hacia el privilegiado paisaje.
Un muro de hormigón hacia el poniente moldea una secuencia de recintos servidores, sobre este se apoya una estructura de madera deliberadamente sobredimensionada, con la voluntad de atender la expresión plástica y tectónica del edificio por sobre las medidas mínimas de la estructura necesaria. La homogeneidad estricta del volumen, en su condición exterior, desaparece en los pormenores de las experiencias internas que la casa propone, intensificando las relaciones sensorias de sus habitantes.