BAQ 2014 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
VENEZUELA |
RUEDA & VERA ARQUITECTOS, HENRY RUEDA, HENRIQUE VERA |
Puerto Ordaz. Venezuela.
Puerto Ordaz es una ciudad fundada con un plan de desarrollo urbano realizado en el año 1962. Esto es relevante en cuanto el modelo de ciudad planteada contiene polígonos residenciales basados en la idea de suburbia americana; reforzando la idea del vehículo propio como medio único de transporte. También, es una de las pocas oportunidades de proyecto, en los que el contexto no ofrece referentes históricos, modelos previos, ni anécdotas a seguir.
Estrategias de Diseño.
Las posibilidades climáticas así como las expectativas del cliente y las posibilidades geométricas del lote, nos plantea una ocupación de bordes, en los que fuimos llenando y ocupando los retiros laterales con actividades sencillas, para darle espesor a un programa funcional y dejar un vacío en el centro, lo que genera una casa-patio, esto con doble intención, por un lado, establecer un clima interno en la vivienda y por el otro, darle la espalda a un contexto bastante deteriorado de espacios residuales entre vecinos, abriendo su frente hacia una zona verde que deja el urbanismo en todo el frente de la parcela.
Entrar y salir pueden ser partes de una misma operación, logrando que los espacios funcionales se construyan como espacios intermedios entre jardines, diluyendo las categorías adentro-afuera.
La separación de ambientes establecida, comienza con la presencia del patio central, continúa con la escalera que conecta a la segunda planta, la cual llega a un pequeño estudio y cruza a través de una viga-puente de 12 metros de longitud a la zona íntima. Con estos recursos logramos generar una vida interna, en donde la casa deja de ver a sus vecinos y se convierte en su propio paisaje.
La imagen.
Los cuerpos blancos tallados, son los elementos principales del edificio. En oposición, las áreas de mayor jerarquía, se definen por cerramientos de vidrio a doble altura, buscando alterar la idea de domesticidad tradicional e imprimirle un carácter flexible y neutral a los espacios.
La relación entre espacios abiertos-cerrados, espacios intermedios, interior-exterior, se complementa con la presencia de los tamices de aluminio, diseñados como pérgolas y pantallas de aluminio, que protegen y delimitan algunos bordes de la casa, tanto internos como externos.
En este proyecto pudimos eliminar los elementos perimetrales que generalmente condenan la vivienda y bloquean la relación con la calle. Esto lo intentamos con la incorporación de un bloque de paisaje y algunos recursos de fachada que permiten privacidad y a la vez generan una respuesta directa a la calle. La idea de jardín en la vivienda no es algo único, más bien es una serie de pequeños espacios en varios puntos del lote.
Finalmente, creemos que nuestro aporte a la Ciudad consiste en establecer un diálogo franco con la calle y presentar una vivienda neutra, que re-visita la idea del patio central de la arquitectura regional como ensayo de otras posibles maneras de entender el trópico y sus dificultades, tanto en el manejo del clima, como de su lenguaje.