BAQ2018 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
CHILE |
Autor: Gonzalo Mardones Viviani. |
El nuevo Centro Cívico de la Municipalidad de Lo Barnechea, en la ciudad de Santiago de Chile, se emplaza en el cruce de dos de las avenidas más relevantes de la comuna, en un lugar abierto hacia la imponente geografía propia del lugar. Lo Barnechea se caracteriza por ser una comuna límite al oriente de la ciudad, deslindando directamente con la Cordillera de los Andes, y además por ser el lugar donde conviven familias de gran contraste económico.
El diseño de un edificio municipal se sumerge dentro del ámbito público y privado, desde la esfera de lo social hasta la de mayor obligación política de la comuna, es por ende, un lugar en el cual se manifiesta la inclusión, la participación, la identidad, la concentración y relación social, así como también el orgullo y el sentido de pertenencia. Esta mezcla de situaciones originó un partido general que realza las virtudes conceptuales de un edificio eminentemente público, que recoge un programa de uso flexible con zonas que reciben un flujo de público externo constante, y zonas privadas que acogen las funciones administrativas propias de un ente municipal. Un edificio abierto al ciudadano, pero también a su entorno geográfico.
La idea de un edificio abierto, se refleja en el que el edificio no tiene un delante ni un atrás, está abierto en todas sus direcciones, intentando mostrar la vida al interior de este y al mismo tiempo permitiendo desde su interior abarcar el entorno. Para esto, se plantea una plaza exterior a nivel del espacio público que es capaz de permear todo el edificio, y desde el interior abarca también el subsuelo, siendo el zócalo y los niveles bajos, unidos espacialmente por escaleras y dobles alturas, los que reciben principalmente las actividades y servicios públicos del edificio.
El espacio público es el “corazón” del edificio, una espacialidad vacía que recorre en un juego de dobles y triples altura, también de plazas o terrazas exteriores, que se intercalan entre sí para permitir la circulación, el reconocimiento de la complejidad funcional interior y la necesaria vinculación con el entorno natural propio de la comuna.
Así como es importante en este edificio el uso del subsuelo, lo son el uso de las cubiertas, creando terrazas de expansión en el cuarto piso y en el nivel superior. El edificio se separa en dos volúmenes a partir del cuarto nivel, con la intención de generar una plaza pública en altura, además de dividir las funciones propias de los distintos departamentos municipales, los que se conectan con puentes exteriores, lo que permite reconocer el entorno desde distintos ámbitos y perspectivas.
Constructivamente, el edificio ha sido resuelto enteramente en estructura de hormigón armado con dióxido de titanio incorporado, elemento que permite blanquear el hormigón y que además ayuda, como lo árboles, a la eliminación de gases tóxicos producidos por los automóviles.