BAQ 2012 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
ECUADOR |
ALVARO DAVILA |
Ubicado al suroeste de la provincia del Guayas, encontramos a Playas de Villamil. Cantón de pescadores y paseantes que a pesar de su alto potencial turístico carece de toda infraestructura. Considerado por poseer el mejor clima del país, ha sido sin embargo largamente calificado como el “balneario de los pobres”.
Desdeñando todo estereotipo, desafiando todo pronóstico y enfrentando cualquier lógica del mercado, Playas de Villamil es el lugar escogido para una clínica de primer orden.
Hospital Clínica del Pacífico, es un centro pensado bajo parámetros de completa asociación con el entorno. Con 2,300 m2 de construcción ofrece un diseño actual, formas puras que evocan su función, y tecnología de punta para satisfacer al paciente. Cuenta con áreas de hospitalización, cirugía, consulta externa, laboratorios; zonas usualmente frías pero que en este caso se presentan en su forma más cálida. Pensado en ser un centro amigable con el cantón, éste se acondiciona, y acomoda a las necesidades de los habitantes, contando con un área para futura ampliación.
Bajo la premisa de tener el mejor clima del país, Hospital Clínica del Pacífico, es una edificación que recibe de la mejor manera aquella ventilación. Utilizando un captador de viento, y a través del efecto chimenea, se dialoga con un entorno presto a crear la mejor de las condiciones para rehabilitarse. De este modo, la cualidad inherente a su diseño, es el recurso de la circulación del aire natural en el interior a través de una cubierta a doble altura con entrada y salida de aire en su área central. En otras palabras, al involucrar el clima de playas, las ventajas se hacen evidentes: reducción en el uso de energía por climatización artificial, luz natural, aire fresco y vida.
Es por tanto, una propuesta atrevida; realizarse un examen médico bajo términos amigables. Disfrutar de aquella arena y mar, justo a la salida de una consulta. Sin duda, la mejor de las terapias para casi cualquier inconveniente de salud; todo esto en un cantón largamente olvidado y a tan sólo 1 hora de viaje de Guayaquil.