PREMIO PANAMERICANO | EQUIPAMIENTO
Autor/es:
FP – Arquitectura – Arq. Iván Forgioni, Arq. José Puentes
Colaboradores:
Arq. Juan José López, Arq. Laura Muñeton, Arq. Daniela Núñez, Arq. Laura Tabáres, Arq. Juan Felipe Mejía
En homenaje al maestro arquitecto Rogelio Salmona, la alcaldía de Bogotá decide llamar a esta nueva infraestructura educativa pública con su nombre.
La localización del equipamiento en el Sur de la ciudad de Bogotá entre el barrio Isla del sol y los nuevos desarrollos residenciales ubicados al occidente del Colegio, hace que el proyecto se comporte como un vínculo entre las dos comunidades, para esto se dispone una plaza pública de acceso que se convierte en un lugar de integración entre barrios de distintas condiciones socioeconómicas. Este espacio contribuye a desdibujar barreras invisibles y a crear comunidades más resilientes y solidarias. Los servicios complementarios como el auditorio, el aula múltiple y la biblioteca se localizan hacia la plaza en relación con la calle y el parque contiguo al colegio, buscando su integración con la comunidad sin interferir con el funcionamiento cotidiano de la comunidad educativa.
El colegio se organiza a partir de núcleos de aulas interconectadas entre sí que conforman pequeñas comunidades de aprendizaje. Se procura disolver los límites del aula integrándola y expandiéndola en todas las direcciones: hacia los corredores, hacia patios o hacia otras aulas; de esta manera se logra una integración espacial multidireccional que permite llevar las actividades pedagógicas fuera del aula y fomentar el trabajo colaborativo.
Los núcleos de aprendizaje se articulan mediante patios de diversas escalas para diferentes fines pedagógicos, algunos se configuran como extensiones del aula, mientras que otros permiten actividades lúdicas, deportivas o culturales. Las separaciones entre los núcleos permiten integrar los patios al paisaje circundante vinculándolo al espacio interior del colegio.
Se utiliza la transparencia como recurso de integración y continuidad espacial, dotando al ambiente de un carácter abierto y flexible. Cada espacio vincula al siguiente de manera fluida; puertas corredizas y puertas plegables integran espacios como los laboratorios, los talleres, aulas entre sí y una gran puerta que integra el auditorio al patio cívico. La posibilidad de integrar espacios entre sí, fomenta relaciones pedagógicas a diferentes escalas más activas y colaborativas.
En cuanto a la materialidad se opta por el ladrillo que es un material noble de bajo costo que permite construir suelos y muros creando una atmósfera envolvente y cálida para los niños. La configuración de las aulas permite liberar entre dos y tres fachadas, lo que permite que la luz natural y el aire puedan ingresar de manera abundante a los espacios garantizando el confort lumínico y climático, así como la renovación constante del aire. De igual forma se aprovecha la luz cenital en la biblioteca mediante grandes lucernarios que crean una luz difusa y homogénea, apta para las actividades de lectura y el trabajo grupal.
