BAQ 2014 |
CATEGORÍA TEORÍA HISTORIA Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA EL URBANISMO Y EL PAISAJE |
CUBA |
ISABEL LEÓN CANDELARIO |
Con motivo de celebrarse en el año 20l2 el XXX Aniversario de la inscripción del Centro Histórico de La Habana Vieja y su Sistema de Fortificaciones en la Lista del Patrimonio Mundial, la Oficina del Historiador de La Habana (OHCH) ha querido dejar constancia, en un bello estuche contentivo de un libro y un juego de treinta postales, en idiomas inglés y español, los logros que en la recuperación del patrimonio material e inmaterial se han conseguido. El Plan Maestro, a cuyo cuidado estuvo la idea y concepción, considerando la importancia y pertinencia de una publicación que abarque en apretada síntesis los treinta primeros años de esta celebración, quiere agradecer particularmente la colaboración creada para su consecución a otras direcciones de la propia OHCH.
Especial sentido de agradecimiento a la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).por su acompañamiento y por el apoyo financiero, desde hace varios años.
El libro consta de 91 páginas e incluye un anexo con el Acuerdo de La Habana, y sus firmas de adhesión, que fuera redactado durante el X Encuentro sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, desarrollado bajo el escenario especial de la celebración por la ya mencionada inclusión y por el 40 Aniversario de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. Entendemos que el Acuerdo recoge un corpus conceptual al que mucho ha contribuido la experiencia habanera en la responsabilidad de la nación para con el rescate de este singular territorio de la capital cubana.
Se reconoce que en la rehabilitación del Centro Histórico habanero se han aplicado nuevos enfoques desde una perspectiva de responsabilidad del sector público, con respuestas novedosas para enfrentar una larga y profunda crisis económica, y que este caso se distingue por contar con una condición fundamental para el desarrollo de cualquier estrategia de rescate patrimonial: la voluntad política al más alto nivel y la conciencia clara de los responsables de ejercerla para impulsar procesos innovadores, que, desde su esencia, se dirigen hacia la reafirmación de la identidad cultural, la equidad social y el desenvolvimiento económico, con un rol preponderante y fundamental del sector público.
Lo que distingue al Acuerdo de La Habana de otras cartas, recomendaciones, declaraciones e instrumentos para orientar las labores de revitalización de los centros históricos es la imbricación de teoría y praxis en sus planteamientos, criterios madurados en una década de reuniones sistemáticas sostenidas en el espacio singular ofrecido por La Habana a los especialistas de todo el mundo, y fundamentalmente a quienes han trabajado en América Latina.
A todos los que aportaron su conocimiento y experiencia; a los que participaron directamente en la redacción; a quienes se han mantenido contra viento y marea fieles a la causa del rescate de las zonas centrales de las ciudades; a los que creen en la utopía de llevar adelante procesos de desarrollo urbano justos y sostenibles va también dedicada esta publicación.