BAQ2008 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
PRIMER PREMIO NACIONAL |
ECUADOR |
PATRICIO ENDARA. |
Ciudad Quitumbe, reciente desarrollo urbano de iniciativa municipal al sur de Quito, prevé la construcción de 11.000 viviendas distribuidas en alrededor de 60 manzanas: la normativa municipal define estrictamente el uso de suelo, de manera que conceptos tales como la construcción y consolidación del borde de manzana, el uso comercial obligatorio en plantas bajas, portales peatonales de doble altura hacia las avenidas principales, y alturas de edificación mínimas y máximas, entre otros, debían ser respetados a rajatabla.
El proyecto ocupa una de estas manzanas, en una esquina que adquiere importancia al estar conformada por dos avenidas en donde circulara próximamente «el Trole», sistema de transporte masivo de la ciudad, adicionalmente el proyecto se encuentra a escasos 400 m de la nueva Terminal Terrestre de Quito.
Nuestra reflexión nos llevó a pensar en el impacto que sobre los futuros habitantes del proyecto y del sector, tendrá un desarrollo de tal envergadura, en donde los conjuntos residenciales, deben convertirse necesariamente en referentes claramente legibles e identificables, que permitan a los habitantes desarrollar un sentido de, individualidad y pertenencia.
Por lo tanto, el proyecto, busca marcar territorio y convertirse en un objeto arquitectónico que a pesar de tener un sin número de facetas y espacios dotados de carácter propio, se entienda como una unidad con sus límites y sus contenidos.
«NUESTRO (MI) LUGAR»
El conjunto, se estructura en base a un eje de circulación peatonal que lo secciona en dos sectores básicos, la vivienda en altura (4 a 8 pisos), y las casas unifamiliares (3 plantas), este
eje atraviesa íntegramente la manzana y remata en la esquina de las avenidas Quitumbe y Cóndor, destacando la escala jerárquica de este lugar, la transparencia e invitación a ingresar son el objetivo.
Los estacionamientos requeridos, (1 por vivienda), se ubican mayoritariamente en el subsuelo, y generan en superficie tres grandes espacios vacíos al interior de manzana, los cuales son jardines y estacionamientos adicionales, previstos para refuncionalizarse como espacios lúdicos para los niños.
El estacionamiento tiene un solo acceso y tres salidas, sobre las cuales se colocan las 3 salas comunales requeridas para el conjunto, estos elementos flotantes, cumplen con coser los edificios y generar una fachada continua donde los vacíos formados en fachada, son también accesos peatonales y transparencias hacia las vistas al norte.
De esta manera, el edificio envuelve con su materialidad, un interior de densidad y alturas menores, cuyo uso es básicamente peatonal y de espacios verdes.
El denso uso de la fachada continua para consolidar el borde de manzana, permitió explorar ciertas hipótesis; ¿es posible diseñar un departamento con un solo frente de iluminación?
¿Qué tan flexible puede ser esta tipología? ¿Qué tipología puede permitir las densidades más altas, sin sacrificar luz, aire y privacidad?
Estas decisiones además de lograr densificar lo construido, permitieron conformar los espacios comunes, de acceso, como verdaderos lugares de encuentro entre vecinos, brindando lugares más íntimos para el usuario.
En el conjunto prevalece el blanco, como unificador de los diferentes componentes, se utiliza el color, para caracterizar los distintos sectores y dotarles de personalidad propia, adicionalmente, se ha utilizado en distintos lugares una piel de chapa metálica, de fácil mantenimiento, que trasmite un aire industrial.
Dadas las características climáticas de este sector, más lluvioso y frío que el norte de la ciudad, las circulaciones comunales, en los edificios, se protegen con una piel de policarbonato ondulado, que comparte su lenguaje industrial y geometría con el galvalum.
El conjunto pretende demostrar que un desarrollo inmobiliario masivo, para estratos socio-económicos medio-bajos, puede no solamente ser digno y brindar confort al usuario, sino que además contribuye a consolidar una ciudad mejor para todos.