BAQ 2016 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
BRASIL |
JUAN PABLO ROSENBERG, PEDRO MOLLAN SAITO, GUILHERME ORTENBLAD, RENATA LOVRO |
El proyecto para este edificio de 8 apartamentos propone una alternativa a la vivienda colectiva vertical tradicional en la ciudad. Tratando el conjunto de unidades como una agrupación de casas apiladas y encajadas, configura una “Vila vertical” que se insiere respetando la morfología del antiguo barrio de casas. Aparte de resultar una volumetría diferente como conjunto edificado, la propuesta busca unir la calidad de vida de los residentes a un bajo impacto en el entorno.
El resultado es un conjunto bastante singular, que surge de la yuxtaposición colaborativa de respuestas específicas a 5 premisas predefinidas:
8 unidades habitacionales con áreas variadas; terreno en pendiente ya configurado en mesetas y contenciones; respeto al gálibo de la calle y la minimización del impacto a los vecinos; disposición del programa según la insolación y vistas para el valle al fondo (Este); la utilización de una solución estructural económica, con una ejecución simple.
El terreno en declive ya estaba dividido en 4 mesetas descendientes a partir de la calle. La solución consistió en aprovechar los niveles existentes, con el objetivo de minimizar el gasto de energía en movimientos de tierras o nuevas contenciones.
Este escalonamiento fue replicado en el desarrollo del edificio como parte de la estrategia de “apilamiento» de las unidades, generando retiros sucesivas de la fachada que resultan en terrazas para los apartamentos. La solución garantiza que todas las unidades tengan al menos 40m2 de área externa soleada, con vistas al valle a este. Además de calificar el uso, tal recurso asociado al bajo gálibo en relación a la calle minimiza la sombra y respeta la circulación de aire en las casas vecinas. El edificio no se impone, se insiere.
El conjunto se desarrolla a partir del nivel de la calle (nivel 0), con cuatro pisos para abajo, hasta llegar al nivel inferior del terreno, y dos pisos para arriba + cubierta. Se compone de 8 unidades autónomas y diferentes entre sí (+ depto. portero), siendo 4 dúplex, 2 apartamentos tipo y 2 coberturas. Las cotas de solera de las unidades ocupan los niveles -3 a +1, lo que reduce el uso del ascensor (el garaje está en la planta -1).
El encaje de las plantas posiciona los dormitorios y las salas en las fachadas soleadas, dejando a sur áreas de servicio, dotadas siempre de buena ventilación, y creando a veces techos con doble altura en las salas. Las terrazas parcialmente cubiertas, están orientadas al valle.
Visto de la calle (Oeste), el edificio tiene 3 pisos, inseridos en la escala del vecindario. Desde el valle (Este) se ve todo el conjunto acomodado en la morfología de la cuesta.
La solución estructural en hormigón obedece una retícula con luz “económica” de 4.5m x 4.5m. Esta luz, asociada al hecho de que el 70% del edificio se desarrolla abajo del nivel de la calle (a favor de la gravedad), eliminó la necesidad de grúas en la obra. En las terrazas las losas son invertidas para facilitar la impermeabilización. Los bajantes pluviales recorren de forma libre las fachadas norte y sur, creando un diseño independiente como estrategia para atender a las terrazas desaliñadas entre sí.