BAQ 2016 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
MEXICO |
JORGE AMBROSI, GABRIELA ETCHAGARAY |
En el proceso de re-densificación de algunas de las zonas urbanas más consolidadas ha generado una condición de alturas dispares entre construcciones antiguas y contemporáneas. El proyecto parte de esta premisa generando una gran retícula de transición confinada por los dos edificios existentes colindantes.
El encargo consistió en el diseño de un edificio para albergar seis departamentos en la calle de Iztaccíhuatl dentro de la Colonia Condesa en la Ciudad de México.
El edificio se estructura a partir de una serie de columnas, muros y losas de concreto que dan como resultado los marcos que conforman la fachada principal y un desnivel interior en cada departamento que separa las áreas públicas de las privadas. De esta forma, se logran diferentes alturas en interiores y exteriores, haciendo que los espacios se vivan de manera distinta correspondiendo al uso que tengan.
El proyecto recibe a sus habitantes y visitantes a partir de un vestíbulo de acceso que ocupa la mayor parte de la planta baja, y que contiene dos accesos vehiculares y vista hacia la doble altura del estacionamiento que fue resuelto en una sola planta de sótano.
Ubicado de manera central en el edificio, se encuentra el núcleo de circulaciones, el cual, parte de un cubo de concreto para albergar el elevador desde el estacionamiento. Una serie de escaleras metálicas ordenan el acceso desde la planta baja hacia las diferentes viviendas a lo largo de cinco niveles.
Las distintas tipologías de departamentos en dos niveles se distribuyen al interior de los marcos de concreto aparente de la fachada. Dichos elementos generan filtros de privacidad logrando que cada vivienda cuente con vacíos y terrazas que forman umbrales aislando el interior del movimiento y ruido exterior.
Al interior de cada departamento, los espacios se dividieron en función de las necesidades de cada habitante, generando plantas libres con núcleos de servicios e instalaciones para hacer más eficiente el uso de recursos y energía.
La materialidad del proyecto pretende ser congruente con el sistema constructivo, dejando todos los elementos estructurales de concreto aparentes. En las terrazas se incorporaron elementos de vegetación, buscando que siempre exista contacto directo con la naturaleza. Situados en ambos lados del edificio, dos muros de block de vidrio se levantan en los cubos de iluminación, permitiendo la presencia de luz natural en los pasillos centrales de circulaciones y servicios.
La sutileza en la transición entre espacios interiores y exteriores fue una de las premisas para generar soluciones integrales con materiales ordinarios; buscando concebir detalles a través de funcionalidad y sencillez pero que su complejidad diera como resultado la claridad de cada elemento que compone el edificio en su totalidad, generando soluciones pragmáticas con síntesis arquitectónica contundente.
El edificio busca mimetizarse con su entorno, a través de un lenguaje sencillo, buscando dejar expuesta la tectónica de los materiales, lo cual a su vez, pone en evidencia al conjunto de elementos, técnicas y procedimientos que hablan del desarrollo cultural e histórico del sitio al que pertenece.