BAQ 2010 |
CATEGORÍA HÁBITAT SOCIAL Y DESARROLLO |
CHILE |
ELEMENTAL: ALEJANDRO ARAVENA, GONZALO ARTEAGA, FERNANDO GARCÍA-HUIDOBRO |
Memoria:
Santa Catarina es una ciudad de 230.000 habitantes, ubicada en el Estado de Nueva León, en el norponiente de México. Este conjunto representa el primer proyecto Elemental fuera de Chile.
El Gobierno de Nuevo León, México, nos encargó diseñar un conjunto de 70 viviendas en un terreno de 0,6 há en un barrio de clase media de Santa Catarina. La densidad requerida sugería aplicar la tipología diseñada para Iquique, sin embargo, el clima de Santa Catarina es muy distinto al del norte chileno (desértico). Los 600 mm de lluvia anuales exigen adaptar la respuesta a esta nueva pregunta.
El encargo plantea el desarrollo de un barrio de clase media, con un financiamiento de US$20.000 por vivienda (casi el doble del presupuesto para los proyectos de vivienda construidos por Elemental en Chile). Sin embargo, los estándares constructivos y la normativa aumentan los costos de construcción significativamente. En este escenario, es muy pertinente la estrategia de invertir los recursos estatales en construir la “mitad difícil” de la vivienda, especialmente dada la capacidad de autoconstrucción observada en México, lo que asegurará un escenario de ampliación de las viviendas muy promisorio.
EL PROYECTO
El proyecto plantea un edificio continuo de tres pisos de altura, en cuya sección se superponen una vivienda (primer nivel) y un departamento dúplex (segundo y tercer nivel). Ambas unidades están diseñadas para facilitar técnica y económicamente el estándar final de clase media, del cual entregaremos la “primera mitad” (40 m2). En ese sentido, las partes difíciles de la casa (baños, cocina, escaleras, y muros medianeros) están diseñados para el escenario ampliado, es decir, para una vivienda de más de 58 m2 aprox. y un dúplex de 76 m2 aprox.
En segundo lugar, dado que casi el 50% de los m2 del conjunto serán auto-construidos, este edificio es poroso para que los crecimientos ocurran dentro de su estructura. Por una parte queremos enmarcar y ritmar (más que controlar) la construcción espontánea a fin de evitar el deterioro del entorno urbano en el tiempo, y por otra parte hacerle más fácil el proceso de ampliación a cada familia. La cubierta continua propuesta sobre llenos y vacíos protege de la lluvia las zonas de ampliación y asegura el perfil definitivo del edificio frente al espacio público.
En tercer lugar, la experiencia nos dice que en barrios de clase baja las áreas verdes tienden a ser “de tierra“, debido a la escasa mantención y a la distancia que existe entre área verde y casa, que no permite que los vecinos la cuiden. Lo que hicimos en este caso, fue “rodear” el área verde con el edificio, reduciendo al mínimo la distancia entre el espacio comunitario y las viviendas. Esto nos permite definir un espacio colectivo de accesos resguardados, que da lugar a las redes sociales y genera las condiciones favorables para que la mantención y cuidado suceda por la proximidad de las casas.
Todos los departamentos tienen acceso directo desde el espacio público y estacionamiento, condición especialmente relevante en un país en el que cualquier familia puede acceder a un automóvil.