ESPACIO FUNDACIÓN TELEFÓNICA

Los cambios tecnológicos de los últimos años llevaron a que aquellas centrales telefónicas electromecánica se convirtieran en digitales. Con el cambio, el espacio que ocupaban los equipos se redujo considerablemente, éste es el caso de la central Juncal, la primera en sufrir esta transformación.

Construida en 1927, este edificio albergaba las Centrales  Callao – Plaza – Juncal, cuya tecnología electromecánica ocupaba la totalidad del edificio.

En 1992 estos equipos fueron reemplazados por otros nuevos de tecnología digital pasando a ocupar el 50% del espacio original y dejando liberada la planta baja y el 1er nivel.

Si bien éstos nuevos espacios fueron utilizados alternativamente para distintas actividades , fue en el 2002 cuando , ante la necesidad de la Fundación Telefónica de contar con un espacio cultural de carácter público , se pensó en utilizar este edificio para este emprendimiento dada su excelente ubicación , que permitía la integración de sus nuevas actividades con el entorno.

Las premisas tenidas en cuenta en la realización del proyecto fueron: 

• La central telefónica ubicada en los pisos superiores no podía interrumpir su funcionamiento en ningún momento, ni durante la obra, ni a posteriori, pues ello dejaría incomunicados a 60 000 clientes.

El Espacio Fundación debía priorizar en el proyecto el uso original de los espacios, para lo cual se decidió la permanencia de elementos que recordaban la vieja central y que de hecho hacen al funcionamiento de la actual (por ejemplo las camadas de cables que van de  Repartidor General a las Salas de Conmutación, las cuales quedarán a la vista protegidas por muros vidriados)

• La estructura del edificio realizada en perfiles de hierro, características de las centrales de la época, se mantuvo intacta.
• La vivencia de un espacio único e integrado, para lo cual se realizó una caladura en la bovedilla del primer piso, uniendo estos dos niveles con una escalera de tramo recto con inicio prácticamente desde el acceso principal.
• Lograr una integración de uso público exterior entre la Plaza Vicente López y el interior. Para ello se realizaron caladuras en la antigua fachada, libre de cerramientos, creando un espacio intermedio entre la calle y el nuevo plano vidriado de acceso.

Por último se buscó que la arquitectura no compitiese con las obras a exponer, para lo cual se evitaron los colores  las paredes son blancas y las estructuras metálicas fueron tratadas con pintura retardadora de fuego de color gris al igual que las emparrilladas de luz y los ductos de aire acondicionado.

Dado que la fundación telefónica realiza gran cantidad de proyectos para personas con capacidades diferentes, el edificio cuenta con instalaciones acordes a las necesidades de las mismas: rampas, ascensor neumático, baños para ingreso de sillas de ruedas y todas las instalaciones necesarias para su desenvolvimiento y movilidad.

El proyecto tuvo en cuenta los estándares internacionales para la museología en materiales, iluminación, monocromía de las salas y sistemas de alarmas de intrusos e incendio.

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