BAQ 2016 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
VENEZUELA |
COLECTIVO ANIMAL, PGRC, ALEJANDRO VALLEJO – ENTRE NOS ATELIER, MICHAEL SMITH – ENTRE NOS ATELIER |
El acercamiento entre las partes involucradas nace de la gestión de Espacios de Paz en Venezuela edición 2015. Las oficinas locales PGRC, Colectivo Independiente, Animal, Mano Alzada y Entre Nos Atelier como invitado internacional, trabajaron con la comunidad del Barrio Manuel Manrique apoyados por la Comisión Presidencial por la Paz y la Vida para ejecutar el proyecto. En ese sentido la visión colectiva del proyecto surge desde una serie de talleres de diseño participativo y posterior validación de las propuestas. Dichos talleres de trabajo fueron claves para promover un sentimiento de apropiación en la comunidad a la hora de visualizar y tomar decisiones. Fue la oportunidad de entender y ‘co-crear’ espacios coherentes con el entorno y centrados en las necesidades del usuario. Como un proceso prospectivo, se indaga con la comunidad acerca de su percepción cualitativa para convertir la Techada en un espacio ‘ideal’, y de la relación con determinantes funcionales. Esta información luego se diagramó e interpretó para establecer las pautas del proyecto y bases programáticas de partida.
Las oportunidades y hallazgos de diseño fueron múltiples; desde las cualidades que definen un espacio confortable, permeable, abierto hacia la comunidad, en contacto directo con el barrio incorporando zonas verdes y actividades hacia el exterior. Se propuso un aprovechamiento máximo de la infraestructura existente, en distintas actividades programáticas simultáneamente; tanto en la cancha como en la gradería cumpliendo un rol de edificación multi-programática. La cubierta debía proteger adecuadamente las actividades en el interior, y los exteriores deberían facilitar zonas de encuentro comunitario y mejoría del paisaje.
Arquitectura y experiencia sensorial
El reciclaje de la infra estructura existente estuvo definido por varios frentes de acción: cerramiento adecuado de la cubierta, apertura de los muros colindantes, programación de la gradería existente, aprovechamiento multiuso simultaneo de la cancha, protección solar desde la envolvente vertical, equipamiento publico en las zonas circulación exterior y aprovechamiento espacial en la altura de la nave.
Las bandas multicolores en el piso de la cancha y gradería brindaron un efecto de diversidad de uso y continuidad entre los espacios afines. Los aposentos confinados entres la bandas y debajo de la gradería fueron adquiriendo personalidad según las necesidades del usuario. A su vez por la altura de la gradería y lo genérico del espacio dan la oportunidad de adaptarse a distintas situaciones, permitiendo usos flexibles que puedan optimizarse en el tiempo. La incorporación de rampas y el mezanine permitió fortalecer una percepción y utilización multi-nivel del amplio espacio de la nave. En donde las distintas alturas permiten vistas panorámicas desde la Techada. Los dispositivos de sombra instalados en la envolvente vertical Sur funcionan como veladoras que tamizan la luz y amortiguan el impacto de la radiación solar directa.
Arquitectura y técnica
La complejidad de los proyectos requieren de procesos iterativos abiertos al escrutinio, permitiendo formar equipos de trabajo multidisciplinarios para proyectar según las exigencias específicas y particulares como activaciones culturales, trabajo comunitario entre otros. Es en esta intersección adonde además se buscó explorar alternativas técnico constructivas y de materialidad armónicas con el ambiente que promuevan respuestas coherentes con el entorno y usuario. En ese sentido el proyecto conto con varias estrategias de intervención en distintos niveles de transformación. La economía y eficiencia en costo fue factor determinante, en donde cada operación espacial debía estar acotada dentro de un presupuesto limitado. Dentro de las primeras lógicas se busco dar valor a la estructura existente mediante mantenimiento y pintura. La pintura también se utiliza para dar significado a la nueva programación espacial de la cancha por franjas, que su vez se relaciona con los espacios colindantes. Otra factor determinante fue el reciclaje de materiales obtenidos de bodegas de abastecimiento aledañas, como fue el caso de reciclar vigas estructurales metálicas que quedaron abandonadas para un proyecto de vivienda de interés social. Estas se utilizaron como bastidores para contener una malla y parasoles en la fachada mas critica del inmueble; provocando una sensación de evolvente sobre la cancha y soportante de los espacios emergentes propuestos a la mitad de la altura de la nave. También se gestionaron una serie de materiales como láminas de osb, láminas de hierro y otros para brindar forros a paredes y pisos. Ultimadamente la lógica estructural primaria del proyecto se basa en la rehabilitación y mantenimiento de la infraestructura existente, en brindar un cerramiento adecuado en el plano horizontal del techo contra las inclemencias el tiempo y en consolidar la nueva programación espacial mediante color y cerramientos ligeros con paneles reciclados. Lo anterior evidente en la extensión de la rampa y ‘mezanine’ a media altura del galerón.
Arquitectura sostenible y entorno
Una de las premisas fundamentales fue la de proveer el bienestar bioambiental como función de la regulación higrotérmica (Temperatura + Humedad) debido al marcado clima cálido húmedo de la zona. Estratégicamente se promueve la relación con el entorno integrando espacios abiertos hacia el exterior y manejo de evolventes ‘porosas’ que permiten el cruce de brisas de una manera ágil y eficiente. También el diseño de la cubierta juega un papel determinante para proveer sombra, manejo de las lluvias. La altura de la nave permite iluminación natural unilateral para optimizar el confort visual diurno, que maximizando el componente de cielo. El proyecto por su lógica de intervención espacial, reciclaje de materiales y acotado presupuesto, busca preservar dinámicas positivas de convivencia sociocultural sin impactar el medio ambiente.