PREMIO PANAMERICANO | EQUIPAMIENTO
Autor/es:
esteoeste arquitectura – Arq. Andrés Solano, Arq. Guillermo Thornberry
Colaboradores:
Arq. Ernesto Chumpitaz, Arq. Roberto Villalobos
Este proyecto, ubicado frente al Aeropuerto Internacional de Lima-Callao busca transformar el ingreso a la ciudad de Lima-Callao. Una esquina constituida por un cruce vehicular intenso y congestionado, con paraderos y comercios informales. Rodeado de grandes muros ciegos, el visitante que llega a la ciudad es recibido por un espacio cedido a los grandes avisos publicitarios.
La arquitectura del hotel no solamente abre más de 100m de muro ciego existente, sino que además mejora y revitaliza una gran berma exterior anexa al terreno para convertirla en un espacio público verde. Este espacio, integrará en unos años un ingreso a la futura estación que sirve al Aeropuerto con la próxima construcción del ramal de la línea 4 del metro de Lima, afianzando su carácter público.
El proyecto del hotel plantea desde el inicio hacer suya la expresión de la edificación a través de sus elementos constructivos y estructura. Una estrategia que permite ahorrar en revestimientos costosos o superficies grandes de vidrio, que luego serían difíciles de mantener.
La composición se realiza de manera tripartita: un cuerpo sólido; un remate superior con una volumetría virtual a escala urbana; y una “base” permeable con transparencia hacia el espacio público circundante.
Las tres “partes” del edificio se trabajan diferenciadas pero con el concreto expuesto como material que las integra en conjunto. El cuerpo, un esquema en barra que organiza las habitaciones con un corredor longitudinal, se expresa más cerrado, con ventanas verticales que garantizan aislamiento acústico interior, y cerramientos en concreto expuesto o en cemento pulido pigmentado. Se remarcan losas, niveles, se modula con bruñas, para darle escala al gran sólido.
El remate superior se configura como un gesto volumétrico a escala metropolitana: una gran lámpara que permite generar reconocimiento, importante para la marca y un programa de estas características. Un gran cerramiento de paneles metálicos de policarbonato retro-iluminados embebidos entre dos losas de concreto, sirve también para ocultar la maquinaria de servicios de la azotea.
Finalmente, el planteamiento más importante está en la relación con el suelo. El cuerpo sólido se suspende para dejar pasar la ciudad y crear los espacios públicos del hotel. Se integran espacialmente a través de una triple altura con unas grandes columnas exentas de viga, con un cerramiento vidriado que se despliega, se retira de la fachada y crea conexiones visuales con el exterior y entre sí. Este mismo gesto no solamente sirve para abrir un patio en el sótano e iluminar sus ambientes, sino que permite que el hotel controle su ingreso sin necesidad de cerrarse completamente y negar el exterior.
El hecho de abrir todo el frente, tendencia común en distritos céntricos como Miraflores o San Isidro, resulta inusual en esta zona de la ciudad donde la infraestructura pública está toda detrás de rejas o muros. Es un acto de valentía y de fe de la arquitectura respecto a la ciudad.