BAQ 2018 |
CATEGORÍA REHABILITACIÓN Y RECICLAJE |
ECUADOR |
AUTORES: Wilson Mogro, Cerro80Arquitectura, María Alexandra Chacón |
La intervención consiste en una estratificación de los diferentes momentos históricos de la casa:
En planta baja se recupera el tratamiento colonial del patio, con las columnas de piedra y los dinteles de madera, formando un soportal que conecta directamente con las estancias.
En la planta primera se restauran las mamparas republicanas poniendo de manifiesto el cambio que se dio sobre la arquitectura colonial, con una intervención epitelial con aires afrancesados en que los espacios abiertos se convierten en interiores gracias a la galería.
En la última planta una interpretación de esta tipología con un lenguaje contemporáneo.
La fachada de la casa se restaura rescatando la totalidad de sus elementos constitutivos. La implantación de un hotel en este tradicional barrio del centro histórico conlleva múltiples beneficios, tanto sociales como económicos y medio ambientales: generando fuentes de trabajo, dignificando el uso social del patrimonio, optimizando los consumos energéticos y tratamiento de residuos en contraste con la tugurización que se venía gestando en esta casa.
El proyecto pone en valor la casa y su historia, recupera su esencia, la reescribe en lenguaje contemporáneo y adapta la estructura al nuevo uso, la función se hace parte de la estrategia de regeneración.
Se identifican los elementos añadidos a su arquitectura, recuperando lo sustancial, la configuración espacial de la casa y su tipología, así como el registro de los elementos a ser restaurados y/o restituidos, columnas de piedra, suelos, cielos rasos de latón corrugado, mamparas de madera, columnas de hierro fundido, elementos que permanecieron en el tiempo.
El proyecto aprovecha y potencia la relación del edificio con las perspectivas panorámicas hacia el panecillo, que constituyen uno de sus puntales en relación al uso turístico, pone en valor la arquitectura del inmueble patrimonial, interviniendo de una manera respetuosa, posibilitando un adecuado equilibrio entre la conservación y la adaptación de algunos elementos tecnológicos, así como las instalaciones necesarias para su buen funcionamiento.
El patio central funciona como vestíbulo y preámbulo a un íntimo restaurante que mira al panecillo, y a sus pies el patio – jardín posterior. Un nivel inferior se reserva a la zona de baños, masajes y cava de vinos.
La casa patio recupera la relación de los espacios habitacionales con los espacios abiertos. Estas áreas renuevan el carácter social original de la casa, ahora ya adaptadas al nuevo uso.
Levantar una planta más en el edificio, resulta conveniente desde la lectura del comportamiento sísmico de las edificaciones del centro histórico como un solo cuerpo en la manzana completa. La edificación de la segunda planta confiere esta continuidad. Esta edificación no llega a la calle Junín, para no modificar su perspectiva actual.
La eliminación del acceso de la calle Junín a la planta alta nos permite limpiar la imagen de llegada, generando un espacio de gran riqueza por su relación visual con el patio y con la galería superior.
La casa en su origen no tiene pretensiones pero en el proceso de regeneración adquiere cualidades que se trasladan generosamente al barrio y su entorno.