BAQ2020
PREMIO NACIONAL | ARQUITECTURA MÍNIMA
ECUADOR
AUTORES:
Arq. Diana Elizabeth Salvador Saráuz, Arq. Javier Mera, Dra. Arq. Grace Yépez, Dr. Ing. Nicolas Salmon, Patricio Cevallos, Juan Subia, Diego Javier Bermeo Alvarez, Estefanía Elizabeth Pérez Sandoval, Doménica Alejandra Aldás Vaca
“Éste es un lugar para estar desnudos”, nos dice el sitio. HUAIRA se asienta frente a un pequeño río que ronca y busca la sombra de la vegetación para protegerse e incorporarse al paisaje.
El encargo, una necesidad específica, un refugio fuera de la ciudad, un contacto con lo esencial, con la naturaleza. Dar solución a un problema sin generar más. Se logra cuantificar y evidenciar de manera científica el impacto de la obra con el objeto de crear una arquitectura con huella de carbono negativa.
Los retos más grandes del diseño; la ventilación en un clima cálido húmedo y el mecanismo de defensa frente a la lluvia abundante la mayor parte del año.
Estrategias sencillas dan forma a una tecnología local; de bajo costo, replicable, adaptable a la condición climática, escalable, modular, ampliable y desmontable. La respuesta arquitectónica es simple pero no obvia, una estrategia “Low Tech”, basada en la decisión radical del uso de la madera contrachapada como base de la tecnología.
Madera, piedra, metal, vidrio y tetrapack (polialuminio), intervienen de forma pura y proporcional para consolidar un elemento ambientalmente equilibrado. La participación de cada material fue filtrada por la condición de eficiencia y flexibilidad. El contrachapado estructura y contiene, el tetrapack reciclado actúa como paraguas y el vidrio rompe la barrera del interior con el exterior.
Para conciliar la función con el confort interior se plantean estrategias de bioclimatismo justificado sobre simulaciones térmicas dinámicas. Sub-elevar la edificación permite que sea resiliente en caso de inundación por lluvias o por crecidas del río, y con ello se aprovecha la inercia y la cámara de aire frío generada bajo la estructura. Las paredes junto a la cubierta generan una doble capa que alberga las vigas estructurales y forma otra cámara de aire que asegura la sobre ventilación de la piel interior. Las perforaciones en piso y pared permiten un aporte cruzado de aire. La solución de doble capa móvil del techo permite controlar el asoleamiento directo sin perder la abertura de conexión con el cielo y el exterior.
Huaira llega a ser un sistema constructivo, un conjunto de técnicas y decisiones que resuelven un problema, la suma de múltiples procesos simples que solventan una gran complejidad. Comparándolo con un sistema constructivo convencional obtiene un resultado alentador, donde la huella de carbono es negativa, secuestrando 3360 kg de carbono y emitiendo 1679 kg.
El mayor aporte del sistema ha sido generar tecnología local y transformar el espacio en una experiencia para conectar con los detalles imperceptibles de la vida.