INSTITUTO DOCET

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ANTECEDENTES

En un inicio los promotores del proyecto tenían la idea de hacer una rehabilitación de una casa existente para instalar ahí el instituto, poner una fachada con figuras y formas que sentían eran relacionadas con la edad infantil por la gente y público que sería el futuro usuario del edificio. Esto basado en las tipologías de edificios existentes que brindan el servicio de educación pre-escolar locales basada en el uso de personajes de películas animadas y caricaturas que adornan construcciones pretendiendo con esto transformarlas en escuelas para niños de forma inmediata.

Después de una serie de conversaciones y visitas a la casa que se deseaba rehabilitar, se les sugirió hacer un edificio nuevo, basándonos en que era importante para el lanzamiento del sistema educativo del Instituto que su primer edificio fuera lo mejor posible en cuestión de espacio y flexibilidad y que realmente representara de forma clara un cambio y una nueva forma que quería proyectar el Instituto en su metodología de enseñanza.

El resultado final fue algo que quizá nunca tuvieron en mente, ya que aceptaron hacer una escuela de 900 m2, en lugar de rehabilitar una vivienda de 270 m2. Este proceso también avanzo de diseños iniciales de 300 m2 hasta concretar un programa más amplio y un edifico adecuado a sus necesidades, cada vez más amplias a medida que el proyecto avanzaba.

De la misma manera durante el proceso se  logró rescatar los árboles y vegetación existente del terreno incorporando un gran jardín al proyecto.

 PROYECTO

El edificio se encuentra ubicado en una avenida de medio flujo vehicular y en esquina con un camino secundario. Lo que se busco siempre fue dar un espacio a la ciudad al frente del terreno, el cual generaría un jardín de acceso vehicular para dejar a los niños hasta la puerta del edificio que funcionaría a manera de un andén. También aprovechando la condición de esquina del terreno la primera impresión del edificio se genera a través de este jardín frontal, el cual esconde un tanto el volumen construido que es solo visto en partes dando prioridad y jerarquía a los árboles existentes.

El edificio es colocado en el resto del terreno de forma envolvente para poder generar un jardín interior completamente íntimo.

Lo más importante del proyecto era que el terreno en donde se construiría tenia una serie de árboles adultos muy antiguos ya que ese terreno se encuentra en una parte de la ciudad con apenas algunos años de desarrollo urbano, por lo cual se buscó posicionar estratégicamente el edificio para no tirar ninguno de estos árboles, poder generar un acceso al edificio con estos árboles para poder aislar el acceso del edificio con la calle generando un jardín de acceso y después generar un bloque en forma “L” abrazando el jardín interior y separando y delimitando el acceso vehicular del jardín y patio de juegos para los niños. El jardín es la parte central del proyecto y genera la sensación de estar en un pequeño bosque, el cual se filtra a través de grandes ventanales hacia el interior del edificio generando una relación constante entre actividades interiores y la naturaleza.

La ideología del Instituto va muy ligada con el respeto a la naturaleza y el medio ambiente, por lo que el diseño debía de respetar estas premisas. Lo que se buscó entonces fue diseñar conforme a la vegetación ya existente para poder armonizar con el contexto, abriendo grandes huecos para tener contacto con los árboles y las áreas exteriores verdes desde casi cualquier espacio del edificio.

El edificio esta diseñado para poder tener un futuro crecimiento y ampliar su capacidad de alumnos, el diseño de las aulas se basa en unas mismas dimensiones para poder variar el uso que se les quiera dar a estos espacios. También existen dos grandes espacios multi-funcionales que pueden ir adaptándose a actividades diversas según evolucione el programa de estudios del Instituto.

El edificio contiene una crujía de servicios tanto en planta baja como en planta alta concentrando las instalaciones y liberando la mayor parte del espacio interior dándole flexibilidad de poder estar cambiando actividades en cualquiera de los dos niveles.

El corazón del edificio es el salón polivalente de doble altura, el cual tiene una relación directa con el jardín en las dos plantas. Desde el segundo piso se puede tener un control de todo el espacio del salón con la finalidad de tener el contacto directo tanto de los directores del kinder como de los padres de los niños para supervisar las actividades que realicen los maestros con los niños.

Un punto importante en el proyecto era generar la inclusión de los usuarios en el espacio, por lo cual en diversas partes interiores del edificio se localizan ventanas y superficies transparentes que conectan visualmente al usuario con diversas actividades. En todas las aulas existe una ventana de piso a techo para poder tener una relación entre aula y aula y entre aula y exterior, generando seguridad en los niños y conocimiento de que hay otros salones con niños quizás con mayor o menor edad dentro del edificio, lo cual estimula la convivencia y el respeto hacia otros grupos, creando una sola comunidad. Un pasillo conecta todas las aulas con el espacio común del edificio. Al caminar por este pasillo se puede tener contacto visual con los alumnos, esto para beneficio tanto de la directora de la escuela y las maestras, como para los padres de familia, ya que pueden observar el desempeño de su hijo durante sus actividades. En el salón polivalente, se genera un espacio de convivencia, donde se tiene la idea de poder invitar a los padres a que participen en distintas actividades que tengan que realizar sus hijos, así como hacer reuniones, juntas y almuerzos al estar directamente relacionado con la cocina.

Como principio de sustentabilidad se procuró dejar todos los árboles adultos ya que estos generan unos beneficios magníficos al edificio proporcionándole sombra durante todo el día, además de que generan una atmosfera fresca y con aire limpio.

La orientación del edificio es muy importante ya que esta orientado de manera en que el jardín interior filtra la luz natural hacia los espacios.

Debido al tema presupuestario el proyecto está construido con materiales sencillos, económicos y altamente industrializados en la localidad, buscando promover tanto la mano de obra local (herrería, carpintería, e industrias de materiales) como la producción y utilización de materiales económicos. Se decidió hacer una estructura general de marcos de acero, losas colaborantes de deck metálico y concreto y bloque de concreto para los muros tapón.

Como acabado exterior se implementó una fachada ventilada, fabricada en base de láminas de acero ondulado y perforado que rodean en su parte superior el edificio. Esta fachada se separa de los muros con una subestructura de montaje para generar movimiento de aire y ventilación entre el recubrimiento y el muro, así como proporcionar sombra a los muros y protección a la incidencia solar. Evitar el calentamiento de los muros exteriores es importante debido al clima extremoso de la ciudad de Monterrey.

Para la realización de este recubrimiento de la fachada se encontró una empresa local pequeña que tenía maquinaria para realizar perforaciones para generar piezas para industrias automotrices y de metal mecánica, al ver el potencial que tenían estos procesos para fabricar piezas de uso en la Arquitectura decidimos realizar pruebas con su equipos para llegar a la fabricación de las láminas perforadas para el recubrimiento de la fachada. Al inicio los promotores del proyecto tuvieron dudas sobre el uso de este elemento, sin embargo poco a poco aceptaron la propuesta, la cual se volvió un tema de identidad en la percepción del edificio mismo.

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