BAQ 2012 |
CATEGORÍA TEORÍA HISTORIA Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA EL URBANISMO Y EL PAISAJE |
MÉXICO |
ENRIQUE AYALA |
La modernización de las formas de habitar hacia los modos actuales de vida, principia en la época colonial con la puesta en marcha de las reformas borbónicas (segunda mitad del siglo XVIII). Esas reformas sacudieron los modos tradicionales de vida en la metrópoli y al interior de las casas de la Ciudad de México. El pensamiento ilustrado, relacionado a las reformas, igualmente dio sustento a la transformación de la familia, de los hábitos domésticos y propició una incipiente vida secular. Asimismo, la arquitectura habitacional comenzó a cambiar hacia nuevas organizaciones espaciales.
Durante el siglo XIX dicho proceso continuó con la aparición de nuevas modalidades habitacionales como las casas aisladas en la periferia y departamentos y nuevas vecindades en la metrópoli. Asimismo, se establecieron novedosos equipamientos abiertos al público, que posibilitaron una vida urbana cosmopolita, que fue favorable al resguardo de la vida doméstica dentro de la casa, donde nuevas demandas de privacidad, comodidad e intimidad dieron paso al “hogar”, como una forma distinta de habitar.
Ese proceso tuvo su momento supremo con la Reforma liberal (1856-1863), que dio fin al antiguo régimen y entrada a la modernidad. Quedaron sacralizadas la vida y la propiedad privadas. No obstante, ello no significó una mejoría generalizada; los sectores más humildes quedaron al margen de sus beneficios. En los años posteriores las nuevas modalidades de habitar se perfeccionaron a través de nueva infraestructura, servicios y equipamiento urbano; así como por la fundación de fraccionamientos. En la habitación, aparecieron las instalaciones sanitarias, nuevos materiales de construcción y mobiliarios confortables.
Esta transformación es tratada en cinco capítulos. En el primero, “La reinvención de la urbe”, se estudian los cambios urbanos, provocados por las reformas borbónicas en la Ciudad de México, así como sus consecuencias en las maneras de utilizar el espacio. El segundo, “La reforma toca a la casa”, trata el impacto de esas reformas al interior de las casas: composición familiar, menaje, organización espacial, necesidad de nuevos recintos, nuevas tecnologías y gustos arquitectónicos.
La ciudad republicana es el tema del tercer capítulo, “Años decisivos”, cuando muchos de los habitantes comienzan a ocupar y construir casas en las poblaciones aledañas, que ofrecían una mejor calidad de vida: vegetación, aire y agua puros y tranquilidad. Simultáneamente, las condiciones de vida dentro de las casas se modifican por los nuevos menajes y las demandas de privacidad, intimidad e higiene. La casa se convierte en hogar.
El cuarto capítulo, “Nuevos lugares y formas de habitar”, está dedicado a la Reforma liberal y sus consecuencias en la ciudad y dentro de las casas. Las leyes de Desamortización y Nacionalización resultan determinantes en esa transformación y permiten la expansión urbana. En el último capítulo, “Habitar en la vieja ciudad”, se analizan las consecuencias de esta última reforma al interior de la vieja ciudad, donde igualmente se experimentó un singular proceso de cambio, debido a la construcción de infraestructura moderna: alumbrado eléctrico, agua entubada, etcétera.