BAQ 2016 |
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
VICCA VERDE |
Madreselva sería el nuevo vecino del barrio La Vinita, un barrio hasta ahora olvidado en Barranco, uno de los distritos más pintorescos y tradicionales de Lima. El proyecto nace con la intención de recuperar el carácter del barrio, mientras el desarrollo inmobiliario reemplaza casas tradicionales por multifamiliares de 7, 10 o hasta 20 pisos, especialmente cuando vemos que los nuevos proyectos son, justamente, el principal riesgo para el carácter y desarrollo sostenible del lugar.
El proyecto debía darle un nuevo aire al barrio, manteniendo y rejuveneciendo su carácter, definido por su escala humana, sus fachadas permeables, su vegetación urbana, sus patios y plazas, pero sobretodo, por su espacio común y sentido de comunidad y convivencia. Barranco no sería lo mismo sin las relaciones sociales que se gestan en zaguanes, quintas y demás calles caminables que lo conectan.
A nivel urbano, Madreselva es una respuesta a la particular situación de Lima, una ciudad de 10 millones de personas, emplazada en el desierto, donde la ausencia de lluvia y escasez de agua fresca generan un fuerte déficit de áreas verdes. Esto se agrava con los altos niveles de contaminación del aire, demandando soluciones prácticas, que permitan una densificación saludable de la ciudad.
El proyecto se desarrolla en un terreno alargado de poco frente (10 x 35m), por lo que se proponen dos torres independientes (frontal y posterior), conectadas por áreas comunes. Se respeta una distancia entre las torres, similar a la del ancho de la calle que sirve al edificio, para permitir la misma calidad en la torre posterior. Se genera un patio común interior, con árboles y abundante vegetación, que orientado al Este, logra una atmósfera tranquila, con buena iluminación, y protegido del ruido del tráfico de la Av. Grau, el sol de tarde y la brisa marina, que vienen del Oeste.
La fachada vegetal sirve de borde entre el edificio y la calle, manteniendo la privacidad de los departamentos delanteros, filtrando vistas hacia la calle y hacia los edificios vecinos. La fachada aporta una nueva calidad urbana. Es orgánica y dinámica, y se presenta cambiante con el paso del tiempo y con el cambio de las estaciones. No solo brinda un carácter natural hacia la ciudad, brindando una apariencia atemporal, humana y respetuosa, sino que también actúa como protección solar, filtra el aire y absorbe CO2.
Madreselva equilibra aspectos sociales, económicos y ambientales, logrando un proyecto de vivienda sostenible. Usa eficientemente sus recursos, aprovechando materiales locales, con contenido reciclado y reciclables, de larga vida y bajo mantenimiento. Su carpintería exterior está hecha en ‘woodplast’, un reciclado de pvc y madera que no requiere mantenimiento. El edificio recicla aguas grises de duchas y lavatorios para el riego de áreas verdes en fachada y patio interior, lo que permite aumentar las áreas verdes si aumentar el consumo de agua.
Madreselva es una muestra de que la cuidad se puede densificar sin perder la calidad de sus calles y espacios comunes, demostrando el impacto positivo que puede generar un proyecto en la ciudad.