BAQ 2020
PREMIO PANAMERICANO | LIBROS
CHILE
Autor/es: CORPORACIÓN AMIGOS DEL PATRIMONIO NORTESANTANDERANO
Al sur de Chile, en el archipiélago de Chiloé existen más de cien iglesias de madera que conforman los vestigios materiales de la evangelización en el territorio, y de las cuales un grupo de 16 Iglesias fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por UNESCO el año 2000. Estos inmuebles forman parte de la llamada “Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera”, la cual permitió construir íntegramente un edificio en madera mediante sistemas de ensambles y empalmes, proveniente del sincretismo producido en el intercambio de conocimientos de la carpintería de ribera tradicional de Chiloé, la técnica de armar traída por colonos europeos y la influencia de sacerdotes jesuitas y franciscanos durante distintas épocas de la misión. Esta escuela logró tal grado de desarrollo y especialización que se consolidó dando origen a una tipología arquitectónica propia de Chiloé. Todas ellas son resguardadas por comunidades vivas, quienes se hacen cargo de su mantención en el tiempo y a su vez, mantienen vivo el patrimonio intangible asociado.
La iglesia de Huyar bajo, construida en 1818, es una de las iglesias pertenecientes a la llamada “Escuela Chilota” que en la actualidad no cuenta con protección legal, a pesar de su innegable valor histórico, arquitectónico, urbano y social. Como parte de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera, tiene todos los atributos que la pudieran elevar a Monumento Nacional e incluso Patrimonio de la Humanidad.
Dicha iglesia fue recientemente restaurada en un proceso auto gestionado por su comunidad, los cuales, asesorados por profesionales del área del patrimonio, lograron desarrollar un proyecto de intervención patrimonial y conseguir financiamiento para comprar materiales. Dirigidos por un carpintero con experiencia, los vecinos de esta localidad ejecutaron la obra de restauración de su iglesia, aportando gratuitamente días de trabajo.
Este trabajo técnico no solo permitió realizar una restauración que preserva los valores patrimoniales del inmueble, sino que además reactivó la modalidad de “minga”, antigua costumbre de trabajo colaborativo en Chiloé y que ha marcado la identidad del territorio. Por otra parte, la iniciativa permitió generar un espacio único de traspaso de conocimientos y técnicas tradicionales de carpintería a personas sin ningún tipo de preparación en el oficio, incrementando la autoestima de las personas, y generando conciencia sobre la trascendencia de la labor realizada.
El libro Memoria de Intervención Patrimonial Iglesia de Huyar Bajo, forma parte de una colección de memorias que dan cuenta de procesos de restauración en edificios de madera con alto valor patrimonial en Chiloé, y que, en este caso, gracias a una metodología transdisciplinaria de intervención, se abordaron tanto los aspectos tangibles como intangibles del patrimonio cultural local.
